Una masiva fiesta swinger en una lujosa mansión terminó con un muerto y heridos
Asistieron 400 personas a la fiesta en una mansión de Surrey, en el Reino Unido. La entrada salía 100 dólares, se promocionó en redes sociales y a pesar de las denuncias de vecinos, no se pudo frenar. Terminó de la peor manera,
25 de julio 2016 · 09:10hs
La fiesta se realiza todos los años, pese a las recurrentes quejas de los vecinos del exclusivo vecindario de Surrey, en el Reino Unido. El valor de la entrada es de 100 dólares y quienes participan de ella llegan en sus automóviles y camionetas de última generación. Todos conocen las reglas: una vez en la propiedad, casi todo está permitido. Salvo matar.
Pero en la última fiesta swinger que se desarrolló en la noche del domingo en una propiedad valuada en 1.300.000 dólares, un hombre resultó asesinado y varios fueron heridos, mientras la policía intenta determinar qué fue lo que ocurrió hacia las 2.30 de la madrugada de hoy.
Un hombre de alrededor de 30 años fue hallado inconsciente por los oficiales de policía que se acercaron con ambulancias, helicópteros y patrullas a la mansión donde se desarrollaba la fiesta. A los pocos minutos, antes de que pudiera ser trasladado a algún centro médico, murió.
Los vecinos dieron aviso a la policía que alrededor de ese horario se producía un gran disturbio en la propiedad que por tercer año consecutivo realiza esa multitudinaria reunión anual. En total la noche del domingo llegaron 500 invitados al lugar. Tras los incidentes, los testigos aseguraron que varias camionetas 4×4 Land Rover y otros autos de gran cilindrada salieron a toda prisa de la escena.
"Podías ver personas saliendo de la propiedad cubiertas con mantas y obviamente angustiados de manera extrema. Vi a una joven en completo shock. Era un caos, había policía por todos lados, oficiales armados, un helicóptero sobrevolando, todo el vecindario conmovido esta mañana", indicó un vecino a la prensa local, quien prefirió no ser identificado.
Más temprano en la noche, quienes sufren cada año esta fiesta sexual se habían quejado por el ruido que producía la fiesta y que impedía que el resto de los propietarios de las viviendas linderas pudiera descansar correctamente.
Una vecina estaba muy disgustada al encontrar un condom y un pañuelo lleno de sangre en la acera. "Este es el tercer año que hicieron una fiesta sexual salvaje. Es ridículo". Otro de los testigos que se vio impactado por lo ocurrido indicó que al oir los disparos creyó que se trataba de un atentado. "Creímos que se trataba de un ataque terrorista o algo similar porque la Casa de Gobierno de Headley está a la vuelta", subrayó Harry Higgs.
La fiesta fue promocionada durante días por redes sociales. La tarjeta de invitación indicaba el lugar, recordaba que se trataba de la tercera de esas celebraciones y era calificada como una Pool Party, un eufemismo conocido entre los concurrentes.