Basada en un popular videojuego del mismo nombre, mañana se estrena en Rosario "Warcraft", una película de ciencia ficción que tiene la particularidad de difuminar los límites entre héroes y villanos. Con una producción de 160 millones de dólares, el soporte técnico de Industrial Light & Magic ("Star Wars", "Harry Potter"), y la colaboración del mexicano Guillermo del Toro, el filme hace realidad el universo de orcos y humanos que reflejaron los juegos "Warcraft", lanzado en 1994, y "World of Warcraft", de 2004.
La historia comienza en el pacífico reino de Azeroth que está a punto de entrar en guerra para enfrentarse a unos terribles invasores: orcos guerreros que abandonan su reino al borde de la destrucción para colonizar otro y así salvar a su pueblo. Al abrirse un portal que conecta ambos mundos, dos héroes, uno en cada bando, están a punto de chocar en un enfrentamiento que cambiará el destino todos. Así arranca una espectacular saga de poder y sacrificio donde se descubren las numerosas caras de la guerra y en la que cada cual lucha por lo suyo.
La película, que ya recaudó más de 412 millones de dólares desde su estreno en Estados Unidos el 10 de junio pasado, es la primera incursión en una superproducción del director inglés Duncan Jones, luego de dos "Moon" (2009) y "Código fuente" (2011). Pese a que contó con la más desarrollada de las tecnologías como la captura de pantalla, el director destacó que finalmente está trabajando con actores.
"Usamos la técnica de captura de movimiento, pero, al fin y al cabo, trabajo diariamente con mis actores", explicó al portal Sensacine. "Llevan esta especie de pijama plateado y puntitos por toda la cara, pero sigue siendo seres humanos. Mi experiencia es que el trabajo sigue consistiendo en intentar comunicarme con los actores para dibujar y capturar la mejor interpretación posible. Como director, es exactamente el mismo modo de trabajar, sólo que un poco distinto, porque los actores llevan esos pijamas tan extraños".
Según contó Jones, asumió el riesgo de encarar su primera megaproducción porque se sintió cómodo con los personajes que conoce desde su infancia como fan del videojuego. "Nunca había hecho una película tan grande. Pensé que intentarlo sería una experiencia interesante. Y en segundo lugar, la historia de adaptaciones del mundo de los videojuegos no siempre ha sido demasiado buena. Toda mi vida he jugado con este tipo de juegos computadora y quería tener la oportunidad de hacer algo que demostrara que una película basada en un videojuego puede ser buena. Esos son los motivos por los que quería hacer «Warcraft»".
Malos no tan malos. El filme llevó tres años de posproducción, y el director calificó como el trabajo el de un maratonista. Sin embargo contó que su deseo de llevar al cine esta historia fue más fuerte que cualquier esfuerzo. "Lo que me animó a hacer la película fue la oportunidad de contar una historia bélica en la que pudieses entender el conflicto, incluso habiendo buenas personas en ambos bandos. Más allá de que sea una película fantástica y más allá de que esté basada en Warcraft, para mí era una dinámica interesante: por qué se producen guerras con buenas personas de por medio, ya sean humanos y orcos o una historia contemporánea ambientada en Nueva York. Es una trama interesante que no he visto demasiado", afirmó.
Al tratarse de una película que recrea un video juego que ya conocen millones de personas era un desafío, pero Jones no cree que tener ese origen sea un obstáculo para lograr un producto de calidad. "Pienso que podés hacer una película de lo que sea, siempre y cuando sea una buena historia con una idea emocionante o un personaje interesante", señaló.
En ese sentido puso como ejemplo al filme "Red social". "David Fincher lo hizo con Facebook. No es nada fácil hacer algo así, pero él tuvo una idea y terminó haciendo una película fantástica. No creo que dependa de si se trata de un videojuego o no. Podés hacer una buena película de cualquier cosa. Como cineasta, sólo tienes que respetarla y preocuparte por ella lo suficiente para descubrir lo que de verdad necesita ser esa historia. Y la otra diferencia es que yo pertenezco a una generación que se crió con videojuegos. Así que, para mí, es una especie de lenguaje natural y un material de lo más orgánico para hacer una película".
Pero, nuevamente, el aspecto humano fue fundamental, no solo en el enfoque de los personajes, sino en el equipo técnico y creativo. "Tuve la suerte de estar rodeado de un grupo increíble de personas. En el apartado técnico conté con Bill Westenhofer como supervisor de efectos visuales, que hizo un trabajo alucinante con «La vida de Pi». También con Industrial Light & Magic, que hicieron los efectos especiales y convirtieron a los orcos en criaturas que viven y respiran. Y, por supuesto, también con el elenco. Tuve la oportunidad de trabajar con gente muy interesante y divertida". Y sobre la participación de Guillermo del Toro, subrayó: "Guillermo del Toro es increíblemente generoso y muy amable. Y a medida que íbamos avanzando tuve la oportunidad de enseñarle un par de cosas y siempre me hizo valiosos comentarios".
Pasión por la ciencia ficción
"Lo interesante de la ciencia ficción es que podés plantearle al espectador cuestiones realmente difíciles. Pero al ser ciencia ficción, ligeramente distinta a la realidad, no se lo toman como algo personal. Cuando, en realidad, le estás haciendo preguntas muy personales". Eso dijo Duncan Jones sobre el origen de su nueva película "Mute" protagonizado por Alexander Skarsgard y Paul Rudd.