La policía de proximidad, un viejo anhelo del ex intendente Miguel Lifschitz que se remonta a 2009, volvió a escena ayer. Sin plazos de concreción ni detalles de cómo se pondrá en marcha, cantidad de integrantes y funciones específicas, la intendenta Mónica Fein aseguró que, al menos durante 2013, se concretará. A juzgar por las escuetas explicaciones de los funcionarios, su misión será hacer todo lo que hoy parece no cumplir con rigor la policía. Es decir, estar cerca de la gente, tomar sus denuncias y caminar los barrios en lugar de tener que quedarse en la comisaría a cuidar presos. Se tratará de una policía que intentará "amigarse" con los ciudadanos en tiempos donde la inseguridad dejó de ser "una sensación". El anuncio es un viejo latiguillo de Fein, que tomó la posta de Lifschitz. Sin precisiones, lo único que se espera es que no sea sólo algo efectista en el marco de un año electoral.