Sin eufemismos. Sin doble discurso. Asumiendo la responsabilidad que le toca. Con valentía, aunque a muchos les habrá resultado antipático y antipopular. La comisión directiva de Newell's tomó la decisión por su exclusiva cuenta de suspender el banderazo de hoy, típico en la previa a cada clásico, pero insostenible en base al riesgo que conllevaba. Priorizó, entre todas las razones, válidas por cierto, la de más peso: la que preserva la integridad física de las mayorías que hoy parecen estar a merced de los violentos, a los que por otra parte están combatiendo con lo que tienen a mano. Fue acaso su determinación más difícil desde la asunción en el poder hace tan sólo 40 días, pero la tomó sin dejar lugar a segundas lecturas, digan lo que digan. Para eso los eligieron.
Hace no mucho, poco más de 3 años, se tiraron la pelota unos con otros cuando se suspendió el clásico amistoso. Nadie asumió responsabilidades. Y esta comisión encabezada por Eduardo Bermúdez se topó a poco de andar con un problema de peso, como es la violencia de las barras que pugnan por quedarse con el control, y que se extendió al resto de los hinchas el domingo último en el choque por la Copa Santa Fe con las reservas, con estampidas, arma de fuego según versiones y amenaza real de suspensión. Y no miró para otro lado. Aún a riesgo de ser acusado, con la presión encima de otras agrupaciones a las cuales recibió y escuchó, y hasta con la tentación de hacer recargar toda la responsabilidad en el ministerio de seguridad, eligió por el sentido común. Había serio peligro de que la violencia de hace cuatro días se replicara hoy, más teniendo en cuenta que no habrá partido por tres semanas hasta (o hasta un mes) en el Coloso, y obró con sentido común, asumiendo la decisión de cancelar el banderazo.
"La CD del Club Atlético Newell's Old Boys acordó por unanimidad y, por sugerencia del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe, ante los hechos de público conocimiento, no realizar en el día de mañana (por hoy) el tradicional banderazo".
"Entendemos que, desde el lugar que nos toca ocupar y en relación con la responsabilidad que asumimos como conducción del club, este momento nos exige reconsiderar nuestras prioridades y en este caso, la seguridad de los socios e hinchas ocupa el primer lugar".
La dirigencia aceptó entonces que el ministerio no les "ordenó" sino que les "sugirió" no hacer el banderazo y por ende tomó ella la decisión de suspenderlo, atendiendo eso sí a esa sugerencia. Es cierto que aparece como una victoria de los violentos, es cierto que los que querían hacer igual el tradicional festejo popular tenían también argumentos consistentes. Pero, como expresó, reconsideró sus prioridades y no había dudas que la seguridad de las mayorías ocupaba el máximo sitial.
Varias horas antes, las otras agrupaciones que componen el arco político del club (las que concurrieron el martes a la noche a una reunión con la comisión y algunas más), emitieron un comunicado en el que afirmaron haber decidido que el banderazo se haga y sugerían la tribuna del Palomar para único ingreso de socios. Sin embargo, luego de que por la noche la dirigencia de Newell's hiciera pública su decisión no hubo aún un nuevo pronunciamiento. Lo que correspondería es que, más allá de los derechos que los asisten como socios, respeten la decisión de la conducción, que para eso ganó en las urnas en un acto eleccionario ejemplar, amén de la disidencia que tendrán todo el derecho de expresar, porque para eso es la democracia.
Ya el equipo de Juan Pablo Vojvoda recibió el apoyo multitudinario de la gente hace una semana, vale también como un atenuante. Hay decisiones a tomar que bordean entre la razón y el fundamentalismo, que a nada bueno conduce, aunque no sea este el caso. Y en ese sentido, Newell´s decidió, que era lo que le correspondía. Para mal o para bien.
Otros 38 barras afuera del Coloso
En total unos 38 barras quedaron afuera del clásico del último domingoen el Coloso, a los que se les aplicó el derecho de admisión. Y ahora, luego de examinar casi 40 horas de video de las cámaras del estadio, otros 38 fueron identificados como promotores de los disturbios que amenazaron con suspender el encuentro. También ellos no podrán ingresar, al menos hasta fin de año, por los que son 78 en total.
"Eran personas que no miraban el partido, que hablaban por el celular" permanentemente, confiaron desde el ministerio de seguridad. "Los tenemos plenamente identificados, así que tampoco podrán entrar".