"Según un médico de este hospital, 'si hubiera llegado tres minutos después se moría", aseguró Fernando Pérez, el padrino de Érika Carrasco, la adolescente que -con los ahorros de la madre- consiguió que le hicieran una cirugía estética de abdomen.
Según el último parte médico del hospital Álvarez, la adolescente permanece en "estado crítico, aunque estable, y responde bien a la medicación. Continúa en coma farmacológico y con asistencia mecánica respiratoria", reprodujo Pérez casi textualmente.
Según el relato del padrino, Érika fue madre hace un año y se sentía mal con las estrías que le habían quedado del embarazo, por lo que le pidió a su madre "que la acompañara a la Clínica Neuquén de Flores donde le sugirieron una cirugía estética".
"Una médica le ofreció garantías y mencionó que ella misma era profesional del Hospital Churruca a lo que mi cuñada le respondió que por más que trabajara allí 'ni loca le daba permiso a su hija para que se opere'. Érika le siguió insistiendo a su madre al abandonar el lugar y no pasó más nada hasta que el martes pasado cuando la llamaron a mi cuñada desde esa clínica con la terrible noticia", continuó el relato.
"No la habían terminado de operar y mi ahijada no respiraba. La madre, al ver el cuadro y que la querían llevar a una clínica de la localidad bonarense de Capitán Sarmiento, se negó y llamó al SAME; tras lo cual fue trasladada al Hospital Álvarez, donde lucha por su vida hasta hoy", explicó el padrino.
La adolescente, según informó Perez, "pagó 30.000 pesos, que eran ahorros de su madre, y consiguió acceder a la intervención sin el consentimiento de un adulto responsable. Le preguntamos al médico si habrá secuelas. Todavía no se puede saber, hay que esperar".
La clínica que se presenta en la web como Centro Quirúrgico Neuquén muestra modernas instalaciones y una serie de indicaciones para tener en cuenta, como la que indica que el paciente "debe estar acompañado por no más de dos personas de su confianza, quienes podrán permanecer en el centro desde el momento del ingreso hasta su alta institucional o egreso" y no menciona entre las normas generales los requisitos para la intervención a menores de edad.
La familia de Érika denunció que "no existió consentimiento" para que la clínica realice la operación, lo que según Juan Manuel Di Diego, director médico del Centro de Recuperación Estética Nutricional y Física (CRENYF) es incompresible.
"A un menor de edad no se le puede indicar ni una dieta sin el consentimiento de sus padres. Ni hablar de una cirugía. Lo que ha pasado en este caso es inaceptable", sostuvo Di Diego.
Para el especialista, la complicaciones se evitan "minimizando los riesgos al máximo. Pero este caso excede a las complicaciones propias de cualquier cirugía. No hay ninguna posibilidad de intervenir a un menor sin permiso de un adulto responsable".
"Sin llegar a este extremo, y desde ya con la plena participación de los padres, la cuestión estética y reparatoria igualmente nos exige de una gran cuidado por parte de los profesionales ya que "sobre todo con los adolescentes que buscan mejorar su aspecto en base a una imagen distorsionada de su propio cuerpo", señaló el cirujano.
Para Érika "haber querido mejorar su aspecto le costó hoy estar peleando por su vida pero el problema está en la clínica y en los médicos que usaron esa necesidad para lucrar", dijo el familiar, que informó que la madre de la adolescente presentó la denuncia el mismo martes en la Comisaría 50 de Flores, y bajo el cargo de "lesiones graves" se inició una causa en el Juzgado 23.