"Yo no me pierdo esta noche / la vida se empieza a celebrar", cantan las Bandana en un regreso luego de 13 años donde todo indica, lo volverán a lograr. La tormenta pop del ahora cuarteto se ha vuelto a encender. El grupo que fuera creado en un laboratorio con las dosis perfectas de estéticas barriales diversas, de una Argentina diversa, sigue conservando ese equilibrio tan atractivo: rubia, morocha, tonalidades de voces distintas, al menos dos clases sociales, la más zarpada con la más prolija, la eternamente flaca con la que lucha (ahora en el regreso, y con más de 30 años) con suerte esquiva contra la balanza.
En el sexto tema de un show que extiende por una hora y veinte minutos, cuando las Bandana cantan el exitoso "Dame una razón", dedicado seguramente a un amor que se fue, y que pretende volver a la vez que no exhibe los méritos necesarios, el huracán pop que emergió de un reality televiso descubre que su propio regreso está plenamente justificado.
Como quien dejó bajo tierra un volcán en actividad, las Bandana se disponen a provocar nuevas pasiones. Con catorce funciones consecutivas y colmadas en el teatro Lola Membrives Buenos Aires, y la fecha confirmada del 9 de septiembre en el teatro Broadway de Rosario, entre otras citas por el interior de la Argentina, la perdurable adhesión del público, especialmente femenino, ha vuelto.
Virginia, Lissa, Valeria y Lowrdez, (Ivonne Guzmán, miembro original del grupo, se bajó del proyecto) que vendieron 500 mil discos hace quince años, y que llenaron por entonces dos estadios de Vélez y 150 veces el teatro Gran Rex de Buenos Aires con sus 3.300 localidades agotadas, han decidido tomar el desafío de volver a enamorar.
Casi una generación entera quedó en el medio, entre aquella pasión y este regreso. Las segundas partes fueron buenas, se empeña en recordar un dicho popular que las Bandana piensan pulverizar. El imbatible torbellino de música, baile, una decena de cambio de vestuario, una banda de cinco músicos sobre el escenario correctamente ensamblados en una idea, son los argumentos con que cuenta el proyecto "la vuelta", como ha dado en llamarse.
Porque Bandana es ante todo eso, una idea, redonda, simple, efectiva, consumada sin defectos, y donde el arte se subordina, en todo caso, a eso que está siempre por encima: el producto.
Un "voy a buscar, voy a intentar", que tal vez defina "la vuelta" de las Bandana, suena en el decimoprimer lugar de una grilla de 21 temas que los fans disfrutan de principio a fin. Con el "Guapas" del final, llega el clímax, de la mano del hit con formato latino, pensado para el público argentino, aunque naturalmente anclado en el mercado latino, dentro y fuera del país gigante del norte. Allí las Bandana han dejado sus discos, sus shows y su estela. Y por qué no, "la vuelta" podrá darles una nueva oportunidad. Allí donde vibró un amor intenso, siempre habrá una posibilidad para el reencuentro.