Los problemas de comprensión de textos, el desarraigo y la falta de hábitos de estudio son
algunos de los factores que inciden en la deserción de los alumnos universitarios. Para hacerle
frente a estas dificultades, una iniciativa de formación invita a trabajar, desde ahora y en forma
conjunta, a docentes de nivel medio y superior. La organiza la Facultad de Ingeniería de la
Universidad Nacional de Rosario (UNR), y tiene una virtud: está diseñado sobre la experiencia del
Programa de Integración de los Estudiantes a la Universidad que desarrollan las áreas de Ingreso y
de Tutorías de esta facultad, que ha logrado nada menos que bajar el índice de deserción temprana
de un 56 % (que se registraba en 1995) a un 26 % en 2009.
Un buen tránsito del secundario a la Universidad es clave para el futuro desempeño académico de
los estudiantes. Tan es así, que cuando esto no ocurre los mayores niveles de abandono se registran
en los primeros años de las carreras. Por eso es que una propuesta formación nacida en Ingeniería
invita a los profesores a debatir una salida.
“Buscamos definir esta problemática, mirándola desde el nivel medio y del superior”,
dice Silvina Scavone, profesora universitaria de matemática y la coordinadora del Area de Ingreso
de Ingeniería, como para marcar por dónde se orienta la propuesta formativa que encaran. Junto a
Scavone están dos cientistas de la educación, María Julia Gutiérrez y Florencia Nardoni. Las tres
consideran que uno de los pilares para tomar de lleno la problemática del ingreso es precisamente
el trabajo conjunto entre docentes del nivel secundario y de la Universidad o de los
terciarios.
¿Y por dónde pasa esta propuesta de trabajo mutuo? Por encuentros que arrancan el próximo 26 de
junio (ver aparte), que se plantea acompañar al estudiante secundario que piensa en seguir una
carrera.
Uno de los primeros ejes a abordar aquí —analiza la profesora Nardoni— son los
factores que influyen en los ingresantes. Figuran las cuestiones socioeconómicas, que no son
solamente las condiciones económicas sino el capital cultural que adquiere en el contexto familiar
y en su trayecto por la escuela, y que seguro redundarán en el desenvolvimiento de sus
estudios.
Variable académica
También cuentan razones subjetivas, donde el ejemplo más conocido es el desarraigo de muchos
jóvenes que llegan a Rosario a estudiar desde otras localidades. Un dato que en la UNR representa
el 50 % de su matrícula. “Es una influencia muy importante, porque los alumnos no sólo deben
adaptarse a los nuevos estudios, sino a vivir solos, en otra ciudad”, apunta Scavone.
Otra variable a considerar es la académica y que se relaciona con las estrategias principales
para acomodarse al nivel superior, como el manejo de los tiempos y recursos. También incide aquí la
capacidad de los estudiantes para entender la cultura institucional de la universidad o de un
terciario, que mucho difiere del secundario.
El tiempo dedicado al estudio es otra cuestión para no pasar por alto. “Hicimos un sondeo
preguntándoles a los alumnos cuánto tiempo le dedican a preparar un parcial, y nos dicen que tres
horas o que empiezan dos días antes. Y la verdad es que eso alcanza”, advierte Scavone para
señalar que no todo pasa por los contenidos, sino que los hábitos pesan y mucho.
Las educadoras sostienen que esta instancia de formación diseñada para los docentes secundarios
aspira a construir con ellos una mirada conjunta sobre estas necesidades, y así pensar en un
diagnóstico compartido sobre cómo favorecer un buen tránsito del nivel medio al superior.
Según explica la profesora Gutiérrez el tema de las competencias es central. Menciona así como
cuestiones básicas para el ingreso a cualquier carrera: la comprensión y la producción de textos,
la resolución de problemas y la presentación oral. Todas hacen a un buen paso por la vida
académica.
“En los ingresantes hay una gran heterogeneidad de grupos, así como están los que
llegan sin problemas o se adaptan rápidamente a estudiar 8 horas diarias, hay otros con graves
problemas de comprensión lectora, que no pueden interpretar el enunciado de un problema o bien
expresar el resultado, que hasta nos resulta difícil entender cómo llegaron a la facultad”,
comenta Scavone.
Becas y servicios
Por otra parte, Nardoni asegura que entre estas estrategias de retención hay que tener en cuenta
una buena difusión de lo que ofrece la facultad para acompañar al estudiante. Citan como ejemplos a
las becas que llegan desde Nación, las propias de la UNR, los servicios de tutorías y todo lo que
haga al bienestar estudiantil. En todos los casos se busca revertir la deserción y favorecer la
permanencia de los jóvenes que llegan al nivel superior de la educación.