La ciudad alemana de Munich se vio golpeada ayer por la tarde por un brutal atentado que dejó un saldo de por lo menos diez muertos y 21 heridos. Según informó la policía local, un solo atacante, un joven iraní, abrió fuego indiscriminadamente en horas de la tarde delante de un restaurante de comidas rápidas en uno de los mayores centros comerciales de la ciudad, el Olympia Einkaufszentrum, próximo al parque olímpico. La policía buscó en un primer momento a por lo menos tres atacantes, que según testigos, se habían dado a la fuga e iban pertrechados con "armas largas". Puso en marcha un amplio operativo de búsqueda, al que se sumaron tropas de élite llegadas de otros puntos del país. Según arrojan las primeras investigaciones, el autor del ataque fue identificado como un alemán de origen iraní de 18 años, dijo el jefe de la policía de Mnich, Hubertus Andra, en una conferencia de prensa. El joven tenía las ciudadanías alemana e iraní y vivía desde hace más de dos años en Munich, agregó el directivo policial. No tenía antecedentes policiales y se desconocen los motivos que lo llevaron a perpetrar la matanza.
El hecho comenzó en un restaurante de comidas rápidas de McDonald's, donde el agresor abrió fuego y continuó en el centro comercial. Posteriormente, el atacante se dio a la fuga. Una patrulla de civil se topó con él y le disparó, pero no se sabe si lo alcanzaron, dijo Andra. Dos horas y media después del tiroteo y a un kilómetro del lugar, agentes hallaron sin vida el cuerpo del joven, que al parecer se suicidó. Según las pesquisas, el germano-iraní efectuó los disparos con una pistola. "No tenemos indicios de que hubiera usado una arma larga", indicó contradiciendo las primeras sospechas de que hasta tres atacantes se habrían dado a la fuga pertrechados con armas largas. La policía supuso en un primer momento que se trataba de por lo menos tres agresores en base a relatos de testigos que vieron a dos hombres salir rápidamente del lugar del hecho en un vehículo. "Pero no tenían nada que ver con el asunto", dijo el directivo.
Un total de 2.300 agentes de policía y fuerzas de élite de Alemania y Austria fueron desplegados en Munich para velar por la seguridad y buscar a los autores de la matanza.
Tras el tiroteo se sucedieron escenas de pánico en la capital de Baviera. La ciudad de 1,4 millón de habitantes quedó paralizada durante horas. La policía declaró la ciudad en "estado agudo de terror" y llamó a la población a través de un sistema de alerta por celular a no salir de sus casas. El transporte público de la ciudad fue suspendido así como el tráfico ferroviario. La estación central de trenes fue evacuada de inmediato. Médicos y enfermeras fueron llamados a asumir turnos adicionales en los hospitales.
Aún se desconocen los motivos del ataque. en un primer momento la policía había descartado motivaciones islamista en el ataque. También se especuló con que podría ser obra de radicales de derecha o neonazis después de que circulase en Internet un video con una pelea a gritos entre un presunto agresor y un vecino en el que el primero afirmaba que era alemán y que había nacido en Munich. Analistas televisivos recordaban, además, que el atentado coincidió con el quinto aniversario de la masacre de Utoya, Noruega, protagonizada por un ultraderechista. Sin embargo, los investigadores no quisieron comentar este tipo de especulaciones.
El presidente alemán, Joachim Gauck, se manifestó consternado por el "ataque asesino". "No debemos permitir que los terroristas alcancen su objetivo, el de intimidar a nuestra sociedad", dijo el jefe de gabinete de la canciller Angela Merkel, Peter Altmaier. Merkel presidirá hoy una reunión del Gabinete Federal de Seguridad, un gremio al que pertenecen los titulares de las principales carteras, para analizar la situación.
Tras el atentado en el centro comercial cercano al Parque Olímpico de la ciudad trascendieron versiones de un tiroteo en una plaza del centro de la ciudad. La policía desplegó un gran operativo en el lugar después de que muchas personas corrieran en la zona presas del pánico, pero luego aseguró que se trató de una falsa alarma.
El tiroteo comenzó a las 17:52 horas (13.52 de Argentina) en el restaurante de comidas rápidas. Testigos relataron cómo un hombre vestido de negro y con una mochila roja al hombre sacó un arma y comenzó a disparar. El centro comercial se encuentra enclavado en un área residencial y está a dos estaciones de metro del Estadio Olímpico de la ciudad. Tiene 135 locales comerciales y es uno de los mayores centros de compras de Munich. Facebook activó en horas de la tarde el "Safety Check" a través del cual los usuarios pueden dar señales de que se encuentran a salvo. Asimismo, habitantes de la ciudad emplearon en Twitter el hashtag #OffeneTür (Puertas abiertas) para ofrecer o recibir refugio en la ciudad.
Ola de ataques. Se trata del tercer ataque contra civiles en Europa Occidental en menos de diez días, después del atentado con un camión en Niza (sur de Francia), el 14 de julio, que dejó 84 muertos, y un ataque el lunes en un tren en Baviera, que se saldó con cinco heridos. El lunes, un refugiado afgano de 17 años atacó con hacha y cuchillo a pasajeros en un tren regional en Baviera al grito de "Alá es grande". El joven fue abatido por la policía. El presidente estadounidense, Barack Obama, prometió a las autoridades alemanas "todo el apoyo que necesiten", mientras que el jefe de Estado francés, François Hollande, dirigió un "mensaje personal de apoyo" a la canciller alemana. "El pueblo alemán cuenta con todo nuestro apoyo y afecto", tuiteó el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy. El ministro de Interior, Thomas de Maizière, había advertido el miércoles a sus conciudadanos de que Alemania "se encuentra en el punto de mira del terror internacional".