Un hombre fue detenido después de asesinar a su esposa, sus cuatro hijos menores e incendiar la vivienda en una brutal masacre ocurrida en un barrio periférico de la ciudad de Santiago del Estero.
Un hombre fue detenido después de asesinar a su esposa, sus cuatro hijos menores e incendiar la vivienda en una brutal masacre ocurrida en un barrio periférico de la ciudad de Santiago del Estero.
Las primeras pericias realizadas por los forenses revelaron escalofriantes detalles de la historia que conmocionó a la provincia.
Todo se inició a las 21 del lunes cuando Rodolfo "Fito" Ferreyra —un ex policía de 61 años— encerró en dos habitaciones de la vivienda a su concubina, de 33, y a sus cuatro hijos menores, entre ellos una niña discapacitada.
Ferreyra le dio a su pareja un total de 15 cuchilladas, para luego herir con el mismo cuchillo a sus hijos dentro de las habitaciones. Tras el ataque, el hombre habría rociado con nafta a todos los heridos para luego ir a la cocina y dejar la garrafa de gas abierta, lo que minutos después generó una fuerte explosión.
Ayer el fiscal que interviene en la investigación confirmó que existía una restricción perimetral sobre Rodolfo Ferreyra, quien no podía acercarse a sus hijos.
El hombre tenía prohibido aproximarse a la familia desde el pasado 6 de diciembre, día en el que la mujer lo denunció. Sin embargo, en la casa se encontraron bolsas con ropa del victimario, quien al parecer de a poco fue volviendo al hogar.
La explosión llamó la atención de los vecinos del barrio villa del Carmen, que asustados fueron al lugar y allí observaron que la vivienda se estaba incendiando.
Intentaron ingresar por un portón y luego rompieron las ventanas mientras el humo invadía la casa.
Al ingresar encontraron a Ferreyra desangrándose en el piso.
Los vecinos rescataron al homicida, quien anoche permanecía internado en terapia intensiva en el Hospital Regional de la ciudad, con una herida cortante en el abdomen y el 85 por ciento de su cuerpo quemado, por lo que su vida corría riesgo.
En las habitaciones de la vivienda se estaban incinerando los cadáveres de Nancy Elizabeth Lastra y a sus hijos Marcos, de 11 años; Luciana, de 12; Santiago, de tres, y Verónica, de nueve, quien era discapacitada.
"Comenzamos a gritar para ver si respondían, porque estaba todo oscuro y no podíamos ver. Solo él (Ferreyra) respondió: ‘No entren, no me saquen, quiero morir con ellos'. Rompimos entre todos la puerta y comenzamos a tirar agua", explicó uno de los vecinos que actuó en el lugar.
En el patio de la casa vecina había una pileta de lona, por lo que los vecinos usaron baldes para sofocar las llamas con el agua, para evitar que los cuerpos de las víctimas fatales se incineraran completamente.
"Cuando los Bomberos llegaron ya no había fuego. Ellos entraron y dijeron que todos estaban muertos. Cerraron todo para que nadie altere la escena", contó un vecino a algunos periodistas.
Actuaron luego efectivos de la seccional décima de policía junto con personal de homicidios y delitos complejos; Zona Centro; Criminalística y la Policía Científica.
La investigación del hecho quedó a cargo de los fiscales Mariano Gómez y Sebastián Robles.