Tesoro escondido si los hay, de naturaleza arrasadora, México no deja de sorprender con sus remotos rincones llenos de magia. Una fascinante laguna de color turquesa, conocida también como la laguna de los siete colores, que parece una gigante piscina de agua natural, es la protagonista de este sublime escenario paradisíaco que deja sin palabras a todo aquél que pase por esta impactante belleza natural, ubicada en la península de Yucatán.
Colores extraordinarios le dan vida a esta fabulosa y multicolor laguna, que es la principal atracción del encantador y pintoresco pueblo pesquero de Bacalar. Este relajado poblado, lo llaman también "Pueblo Mágico", se encuentra escondido al sur del estado mexicano de Quintana Roo, a unos 40 kilómetros al norte de la capital del estado de Chetumal.
La enorme laguna de siete colores, de agua dulce y de 50 kilómetros de longitud y dos de ancho, muestra una increíble diversidad de colores, sus aguas cubren todas las gamas posibles entre el azul y el turquesa. Los suelos, los rayos del sol y las diferentes profundidades, especialmente gracias a los cenotes que hay dentro del espejo de agua, explican sus diferentes tonalidades y permiten que se pueda apreciar un verdadero y maravilloso paisaje.
La paleta de colores va de un azul intenso, pasando por tonalidades de celestes, turquesas, verde esmeralda y cristalino, dependiendo la hora y el día. La combinación de colores es tan armónica y perfecta, que es posible pasar horas mirando la laguna y olvidarse del tiempo al contemplar esta increíble obra de arte de aguas azules.
De belleza inigualable, este espacio mágico creado por la naturaleza, es un lugar ideal para pasar unos días y desconectarse por completo de la ciudad para pasar a descubrir todo lo que ofrece esta magnífica laguna que se encuentra rodeada de selva. Un sitio único donde prevalece la tranquilidad y se puede escuchar el silencio.
Además de poder deleitarse con un exquisito baño en sus aguas templadas y cristalinas, en esta tentadora laguna multicolor es posible realizar actividades como snorkel, buceo, paddle surf y paseos en lancha que permiten explorar al máximo este tesoro natural.
Nada mejor que alquilar un kayak y salir a pasear en este placentero oasis de aguas cálidas y turquesas. Cruzar la laguna puede ser una buena aventura. Otro dato: en la laguna de Bacalar se puede caminar por cientos de metros con el agua a la cintura, pisando su fina y suave arena blanca. A lo largo de la laguna se encuentran balnearios, restaurantes y muelles. Para dormir, las opciones son hoteles o resorts, el precio varía dependiendo las necesidades y el confort, también hay hostales, algunos ofrecen zonas para acampar.
Los lugares más buscados para alojarse son los que tienen salida directa a la laguna. Por otro lado, acampar a la orilla de este estupendo espejo de agua es una de las alternativas preferidas para los que visitan Bacalar y una experiencia encantadora. Además de disfrutar de la laguna, la estadía puede ser muy interesante, ya que el fascinante y auténtico pueblo de pescadores de Bacalar, es una opción muy atractiva para recorrer a pie y pasear entre casas rústicas y calles arenosas.
En la plaza principal, ubicada en el centro, todas las noches los visitantes y locales bailan al ritmo del danzón. Probar la comida típica de la zona que elaboran los lugareños, perderse entre sus callejuelas y comprar artesanías es un plan ideal para saborear al máximo la cultura del pueblo mágico mexicano.
También, muy cerca, hay otras opciones para quienes visiten Bacalar. Se pueden explorar zonas arqueológicas, pasar por el Fuerte de San Felipe, una fortaleza construida para detener los ataques de los piratas, y conocer el fantástico Cenote Azul, a cielo abierto, uno de los más hermosos de toda la península de Yucatán.
Belleza infinita. La enorme laguna de agua dulce, de 50 kilómetros de longitud y dos de ancho, muestra una increíble diversidad de colores.