Hombres armados atacaron ayer a la tarde la sede de la Fiscalía General en Cancún, en el Caribe mexicano. En el ataque han muerto dos funcionarios y un sospechoso de ser el autor de los disparos, según informa el secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, Rodolfo Del Angel Campos. El incidente ocurre un día después del tiroteo en la discoteca Blue Parrot, en Playa del Carmen, donde murieron cinco personas y 15 más resultaron heridas.
Campos confirmó las muertes en un video colgado en su cuenta de Twitter y dijo que el ataque, ocurrido en torno a las 16, activó el código rojo, lo que supone el despliegue de efectivos del ejército, la marina y las distintas policías del estado.
Varios sospechosos han sido detenidos.
La versión apunta a que hombres armados llegaron a las inmediaciones de la Fiscalía a bordo de varias motocicletas y comenzaron a disparar. Un grupo de policías intentó repelar la agresión y uno de ellos murió, según informan medios locales. Tras el ataque a balazos los agentes iniciaron la persecución de los agresores por la avenida Xcaret, donde se ubica una de las zonas hoteleras más conocidas de esta turística región del sur de México.
Testigos que se encontraban cerca del lugar alertaron del ataque a través de las redes sociales. En uno de los videos difundidos se observa cómo quienes estaban cerca se tiraron al suelo al escuchar los disparos. Las corporaciones estatales montaron retenes en las entradas y salidas del destino turístico.
Los balazos causaron pánico entre la gente y existen reportes de disparos en varios puntos de la ciudad.
La zona cercana a la fiscalía ha sido asegurada y es custodiada por la policía y elementos de seguridad. Por su parte, Remberto Estrada, alcalde de Benito Juárez, municipio al que pertenece Cancún, pidió calma a la población.
"El ataque a la Fiscalía del Estado es inaceptable. Solicitamos calma a la población. Hemos aplicado estrictos protocolos para controlar la situación y detener a los responsables", escribió en su cuenta de Twitter.
La agresión se da un día después de que cinco personas murieran durante un tiroteo en una discoteca Blue Parrot de la localidad turística de Playa del Carmen, ubicada a unos 70 kilómetros al suroeste de Cancún, en Quintana Roo.
Según explicó a The Associated Press un trabajador de una estación de servicio cercana a la fiscalía y que pidió guardar su identidad por cuestiones de seguridad, la tarde de ayer dos sujetos en una moto llegaron hasta el edificio y lanzaron dos artefactos que explotaron en la explanada exterior. A continuación se escucharon ráfagas de disparos de armas largas, añadió.
Poco después, un periodista de la AP escuchó más disparos en la parte de atrás del mismo edificio y vio cómo lo que parecía un cadáver era sacado de la caseta de seguridad.
Horas más tarde, en la Plaza de las Américas, un centro comercial cercano a ese lugar, testigos aseguran haber escuchado tiros y cientos corrieron despavoridos para salir del lugar aunque no estaba claro qué pasaba.
En otro punto de la ciudad, artefactos explosivos fueron lanzados a una óptica. César Salgado, el dueño del establecimiento, lamentaba lo que estaba ocurriendo con la cara ensangrentada y pidió a las autoridades que hicieran algo.