No puedo evitar ante todo recomendarles leer a estos cinco autores teatrales, cuyos universos poéticos son inconmensurables y maravillosos: Antón Chéjov y La gaviota, August Strindberg y La Sonata de los fantasmas; los nuestros Armando Discépolo y Stéfano, y González Castillo con Los invertidos, y por supuesto el que está más allá, Samuel Becket y su genial Esperando a Godot. Precisamente, en la relación al sentido, significa quién puede, decía Beckett. Un texto, entonces, no vale tanto por lo que "entendí" o no, sino por lo que nos hace mover. La primavera pasada leí dos libros de Manuel Puig que reúnen guiones y teatro: Los 7 pecados tropicales y Teatro Reunido (excelente material dramatúrgico). No se pierdan conocer a Puig.