Un atacante suicida detonó una bomba fuera de una oficina del gobierno en una ciudad del noroeste de Pakistán, matando al menos a 26 personas e hiriendo a 45, en un ataque reivindicado por un grupo talibán escindido.
Un atacante suicida detonó una bomba fuera de una oficina del gobierno en una ciudad del noroeste de Pakistán, matando al menos a 26 personas e hiriendo a 45, en un ataque reivindicado por un grupo talibán escindido.
El atentado ocurrió ayer en la ciudad de Mardan, fuera de la oficina regional de la Autoridad Nacional de Bases de Datos y Registros (Nadra, por sus siglas en inglés), que emite las tarjetas de identidad de los ciudadanos del país, dijo el alto cargo policial Saeed Khan Wazir. Algunos de los heridos estaban en estado grave mientras recibían atención en hospitales de la cercana ciudad de Peshawar.
Después del ataque, Ahsanullah Ahsan, portavoz del grupo armado Jamaat-ul-Ahrar, reivindicó el hecho, que describió como un “noble acto para castigar al Nadra porque extiende el apoyo a las fuerzas de seguridad”.
Este grupo armado se escindió del principal contingente talibán del país —el Talibán de Pakistán Tehrik-e, o TTP— hace dos años. Mardan está a unos 50 kilómetros al noroeste de Peshawar, la capital de la provincia Khyber Pakhtunkhwa, que limita con Afganistán y linda con la región tribal de Waziristán del Norte. Las tropas paquistaníes llevan desde 2014 librando una gran operación contra los talibanes y otros grupos armados en esa zona.