Es increíble, pero tan real que los servicios sea agua luz o teléfono en esta ciudad van de mal en peor. Mientras escribo, la vela que me alumbra, me hace una mueca como si se burlara de mí, como diciendo ya estamos en el siglo XXI. Por momentos parece que se arregla y se moderniza sólo lo que se ve, lo demás se tapa debajo de alfombra. No es que esté mal que hagan cosas, bueno sería que pensarán para el conjunto, no para unos pocos. Es que hoy y hace no más de cuatro horas volvió el servicio eléctrico a mi casa, un corte que duro 40 horas, pero aparte con un condimento especial que en un período no mayor de seis días sufrimos dos cortes más con una duración mínima de 12 horas. Hace años que venimos escuchando que la falta de inversión, que el gobierno anterior, que el año que viene va a mejorar, etcétera. A esta altura da la impresión que las excusas se acaban o quizás peor será que uno cree (en un acto inocente) que algo va a cambiar. En verano es el exceso de consumo y en cuando no hay verano llegando los primeros fríos ¿Qué pasa? Cuál es el motivo. Vos reclamás y entrás en un círculo vicioso en el cual si dejás el reclamo, no te toman otro reclamo hasta que una cuadrilla observe el incidente y lo vea. Comunicarte con un operador humano tampoco cambia la ecuación porque repiten como loro lo que tienen en la pantalla pero no tiene idea de lo que hablás. Es más, si se la complicás demasiado te dice que te dirijas a las oficina comercial próxima de tu domicilio. La otra excusa que ponen es la cantidad de conexiones clandestinas que existen, por un lado en cualquier empresa éstas pueden ser calculadas como pérdidas, por otro aun si estuviera todos los vecinos legalmente conectados, pagando su factura habría cortes igual, eso ni lo dudo. Todo esto nos lleva a un solo lugar la ciudad crece y la empresa provincial de la energía o bien no se dio cuenta o mira para otro lado. La palabra mágica es falta de inversión, es eso o falta de idoneidad de algunos empleados jerárquicos de dicha repartición para ver lo que sucede en todos lo ámbitos. Mirando viejas boletas siempre los servicios aumentaron, a veces mucho otras poco, pero más allá de los aumentos los problemas de la falta de servicio o el incumplimiento de lo prometido es cíclico y constante, o me van a decir que todos tenemos 220 voltios en línea o siendo más amplio tenemos la suficiente presión de agua, señal de celular, megas en internet, etcétera. La palabra mágica es "falta" y ésta resulta una casi burla constante a la gente.
Quiero agradecer profundamente la posibilidad de que mi hijo Milo y yo hayamos dispuesto de las instalaciones del Sanatorio Británico de Rosario para nacer, respetuosamente. Me permito narrar brevemente el parto que aconteció el 22 de abril de la manera en que yo deseaba dar a luz. ¨Habiendo hecho el trabajo de parto en casa y con dilatación casi completa llegamos al sanatorio. En la sala de preparto el obstetra nos estaba esperando, allí, en penumbras, en silencio absoluto, me preparé para la llegada de Milo. Volvieron las contracciones fuertes, vocalicé, caminé un poquito y de pie, junto a la cama, comenzó el expulsivo. Estaban allí mi compañero Jano, Gisela mi doula amiga, la neonatóloga y el obstetra, quien se ocupó de mantener el espacio creado. Acomodó unas telas a mis pies y el banquito de parto que me habían prestado las doulas de Rosario. En ese amoroso y calmo ámbito nació nuestro hijo. Yo de pie y el obstetra agachado detrás de mí... Con Milo en mis brazos, esperó a cortar el cordón, me senté en el banquito y alumbré la placenta. Mi periné intacto. Pude estar con mi hijo el tiempo necesario antes de que realizaran los controles neonatales. Siete años atrás, con mi primer hija Ona, esto era impensable. Decidí entonces, parir a mi segunda hija, Lua, en casa, asumiendo con mi compañero toda la responsabilidad que esta decisión conlleva, con el fin de recibir respetuosamente a mi hija. Hoy celebro la oportunidad que el sanatorio favoreció para que esto pudiera también suceder. Un hermoso parto y nacimiento, respetuoso de mi fisiología y de los tiempos del bebé, brindando la contención y el cuidado necesarios. Una experiencia que nos permite comprender que ciencia e institución, cuidado y respeto, seguridad y libertad no son antagónicos, sino términos complementarios que propician el desarrollo y respeto por las personas, que no es sino el respeto por la vida. En este camino y junto a muchos otros hombres, mujeres y niños, celebro el encuentro con obstetras como Marcos Bosco y Estefanía Solís, quienes están realizando un trabajo fundamental en este sentido y me acercaron a esta casa. Reitero mi agradecimiento y alegría, reconociendo infinitamente el valor de esta institución en su apuesta por este paradigma que contribuye a que seamos ciudadanos más humanos y respetuosos.
Natalia Aguirre
DNI 23.964.644
El servicio de los taxis y el de Uber
Toda actividad laboral esta regida por reglamentos y leyes, y en estas no están ajenos los propietarios y los denominados peones, ambos deben cumplir con la ley, por un lado los titulares de chapas deben cumplir con una cantidad de requisitos que no pueden ser evadidos, ya que de no cumplir podría llegar a perder la chapa, y de esto puedo dar fe, ya que fui titular de un taxi, y por otro lado los empleados tienen que estar en orden, y entre estas esta el horario. Ahora bien Uber recluta a personas que cuando tengan ganas o necesidad de dinero, pasan de ser automovilistas particulares a choferes de ilustres desconocidos, o sea que van a trabajar cuando les plazca, y con toda seguridad no lo van a hacer después de las 23 horas, y menos aún de madrugada, tendrán la valentía de llevar a algún pasajero a zonas denominadas calientes como lo hacen los tacheros, en lo personal lo dudo, con toda seguridad van a seleccionar quién sube a su coche y no van permitir subir a los de apariencia dudosa. Los tacheros que viven exclusivamente de su trabajo de peones de taxi hacen esto y mucho más, me parece que las autoridades gubernamentales deben defender con una ley muy rígida hacia este tipo de competencia, y sobre todo de los foráneos con muy poco sentido de patria y más hacia los negocios, pero también exigirles a propietarios y peones mejorar día a día el servicio.
Manuel Castilla
Otra muerte incomprensible
Las crónicas de Orlando, Estados Unidos, dan cuenta de la triste noticia del asesinato de la joven y promisoria cantante Christina Grimmie, de sólo 22 años, que fue atacada a balazos por un loco mientras firmaba autógrafos luego de una actuación, hecho incomprensible como incomprensible en sí misma es la muerte de una persona cuando ocurre siendo tan joven, y máxime si es en circunstancias trágicas. Esto inevitablemente retrotrae al viernes 31 de marzo de 1995, cuando Selena, de 23 años, en la cumbre de su carrera, bella cantante norteamericana hija de padres mejicanos, de hermosa voz y sólida educación dada por sus progenitores, y que un mes antes había reunido 70 mil personas en el Astrodome de Huston, fue asesinada de un disparo en la espalda por su amiga y presidenta de su club de fans, Yolanda Zaldívar, en la habitación 158 del motel Day Inn de Corpus Christie, Texas, en la época en que Selena preparaba, producido por la EMI latina, un álbum con temas en inglés y que, indudablemente, la haría mundialmente famosa de forma definitiva, para el cual sólo alcanzó a grabar cuatro temas, y además en el momento de su muerte planeaba una gira que la traería a la Argentina. El 16 de abril siguiente a su muerte, fue instituido por el ex gobernador de Texas, George Bush, como el Día de Selena, la cantante hubiera cumplido 24 años. Selena era acompañada por el grupo Los Dinos, integrado entre otros por su hermana, en batería y un hermano, que tocaba el bajo y escribía parte de los hits de Selena, como "Amor prohibido", "Bidi bidi bom bom" y "Aunque no salga el sol", y la primera guitarra estaba a cargo del marido de Selena. Al parecer, Selena discutió con Yolanda por motivos referidos a un posible desfalco cometido por la asesina, quien manejaba las cuentas bancarias de Selena, insistentemente urgida por su padre a que despidiera a la mujer que terminó con la vida de la cantante.
Miguel A. Decunto
DNI: 11.270.762
Me gusta donde vivo
Mi nombre es Giuliana, tengo 22 años, y vivo en zona sur de Rosario. Tengo una hermana menor que busco todos los días del colegio. Hace un par de semanas, tras buscarla estacione en la puerta de mi casa. Al bajarnos del auto vimos a dos vecinos muy queridos, a los que saludamos con un beso. Cuando estábamos por entrar a nuestra casa vi cómo los apuntaban a punta de pistola para robarles. Instintivamente logre abrir la puerta y meternos a mi casa rápidamente. Me temblaban tanto las manos que me tuvieron que ayudar a marcar el 911. Esta semana le robaron la moto en la puerta de mi casa a un muchacho de un delivery, ese mismo día al mediodía le habían robado a una vecina y, algunas jornadas antes, a mi abuela que vive a unas cuadras. Y puedo seguir y seguir. Vivo hace 20 años en una cuadra repleta de vecinos serviciales y atentos. Una cuadra en la que nos cuidamos entre todos y en la que tuvimos que recurrir a una alarma comunitaria para asistirnos en estos tristes episodios. Me gusta mi casa y donde vivo. Crecí toda mi vida acá, pero cada vez que pasan estas cosas me quiero ir. Estoy harta de las injusticias, la corrupción y la inseguridad. Me cansa tener miedo de entrar y salir de mi casa, de que el 911 me deje en espera cuando llamo, de que un móvil de la policía tarde tanto en llegar y de que los políticos de turno no vean nuestra realidad. Pero más que nada me cansé de conformarme con que no nos pasó nada, porque sí nos pasa y me gusta donde vivo, pero no me gusta cómo vivimos. Y me queda vivir toda la vida como para que ya no me guste cómo lo hacemos.
Giuliana López
Una historia repetida
Los gatos cuando están contentos ronronean. Los "gatos intelectuales" de nuestro submundo político, comienzan a ronronear buscando instalar la idea de la rebelión "popular" con violencia. Difunden dichas ideas en nombre de la crisis económica que ellos mismos generaron. Esto no es nuevo, ya ha sucedido en tiempos recientes, pero es sugestivo que devenga toda vez que quienes gobiernan no sean de extracción peronista; además el ronroneo comienza en el Gran Buenos Aires, bastión donde tienen sus madrigueras los "gatos intelectuales" que siempre han usufructuado de la pobreza e indigencia de los más desamparados, manteniéndolos en estado de esclavitud y cerrándoles los caminos al progreso. Seres violentos existen, pero no pocos de los que viven de ella, necesitan de ideólogos populistas que los inciten a ejercerla en nombre de la equidad y justicia social. Los extremistas del peronismo usan las crisis económicas como escudo para ocultar oscuros proyectos políticos, basta citar como ejemplo, a los que gobernaron hasta hace seis meses atrás.
Emilio Zuccalá
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