El Tifón de Arequito ya tiene 35 años, dos hijas y hace años que cruzó las barreras del folclore tradicional para sellar alianzas ocasionales con el rock y la música popular, junto a figuras como Carlos Vives, Lila Downs y Rosana, variantes que puso de manifiesto en sus últimos discos. Pero esta vez Soledad Pastorutti llega a Rosario para presentar "20 años", su último CD+DVD, donde repasa canciones que van desde el folclore argentino más tradicional a la fusión latina, y que registró en vivo en un show que realizó en la Plaza Próspero Molina de Cosquín en enero pasado, rodeada de grandes músicos y amigos. La cita es el próximo sábado en el Teatro El Círculo. En esta nota, Soledad recuerda sus primeros pasos, habla del cambio cultural de la música folclórica, de su familia y la maternidad.
"A Don Ata significó mucho para mí", recuerda La Sole hace unos días en una disquería rosarina repleta de fans que esperaban por su autógrafo. "En el momento que la grabamos ya era un hit para el folclore, Horacio Guaraní la grabó y Los Nocheros también, nosotros lo que hicimos fue lo que muchos artistas del folclore hacen que es repetir el repertorio y la agregamos en el primer disco sin pensar lo que iba a pasar después, que terminó siendo un clásico donde la gente revolea la servilleta en un cumpleaños de quince o en un boliche", contó Soledad todavía sorprendida por el éxito de esa canción lanzada en 1996. De ese primer disco, la canción que rotaba en las radios era "Canción de las simples cosas", que empezó a sonar en Buenos Aires porque era más popular y romántica para distribuir como primer corte de difusión. Sin embargo apareció "A Don Ata" y la energía de La Sole arrasó con todo. "Era algo que iba a ocurrir de todas maneras", explicó la santafesina; "yo llegué en el momento en que se venía la renovación de la música folclórica con Los Santiagueños, con Peteco Carabajal que ya había innovado con canciones nuevas; empezaron Los Nocheros en el interior con un éxito muy grande pero también con una crítica muy grande, porque no se vestían como gauchos y tenían bajo eléctrico, batería, tenían el pelo de otro color, se bajaban del escenario con un micrófono inalámbrico a cantar con la gente, una cosa muy rara para el folclore tradicional... y nosotros veníamos con dos guitarras y un bombo y con nuestras limitaciones, haciendo nuestra propia revolución", dijo Soledad. El de Cosquín nunca fue un público fácil para los artistas nuevos y la cantante recuerda que llegó a ese gran escenario a los quince años, con miedo, nervios y dolor de panza. "En aquel momento no era tan frecuente que los chicos suban al escenario, era un escenario que imponía mucho respeto y limitaba a los artistas, a los pre Cosquín la gente llegaba después de arduas competencias; yo me subí, canté una canción y me acuerdo que me habían dicho que no revolee el poncho pero lo hice igual... ¡yo no soy desobediente pero resultó!", recuerda Soledad.
El resto es historia: el público en Cosquín enloqueció. La Sole gana el Premio Revelación Cosquín 1997, vendrían contratos con las discográficas, varios discos de los que vendió más de 4 millones, reconocimiento en toda Latinoamérica y los premios Grammy. Ella le dio ese empujón final a la renovación inminente del folclore, esa energía que acercaría a los jóvenes al género y a su vez demostró mucho carisma para que la vieja escuela la aceptara. En enero de este año, a veinte años de su primera presentación en Cosquín, el folclore se reunió en ese escenario para homenajearla como una hija y como una hermana, que abrió el camino.
Las veinte lunas. El nuevo CD+DVD es un registro importante para la música argentina, un show que no sólo consagra a Soledad como referente indiscutida del folklore, sino que también recorre canciones, zambas y chacareras, que fueron pasando de generación en generación y que hablan de nuestra tierra y de nuestra cultura. "Felices 20 años. Ella se merece todo esto. Yo la vi cuando era nenita y había que pedir permiso para cantar acá y hacía cada despiole donde iba", es el mensaje que dejó el Chaqueño Palavecino a la Sole, uno más de los 17 artistas que pasaron por este festejo de los veinte años. Abel Pintos, Los Manseros Santiagueños, Luciano Pereyra, Los Nocheros, Los Tekis, Julian Ratti, Orlando Vera Cruz, Facundo Saravia, Yamila Cafrune, Los Alonsitos, Mario Boffil, Marité Berbel, Los 4 de Córdoba, Cuti y Roberto Carabajal, Raly Barrionuevo, Nati Pastorutti, y Jorge Rojas se dieron cita personalmente, y también se contó con las emotivas presencias -en video- de Horacio Guarany, y de las inolvidables Tamara Castro y Mercedes Sosa.
"Me propusieron realizar un show por mis veinte años de carrera y la verdad que no fue un tema menor, lo pensé como un gran desafío, es un resumen muy lindo de mi vida", contó Soledad. "Esa noche se me pasó volando, entre el miedo a que saliera algo mal, los nervios y la emoción, cuando terminó el show pasé la noche de largo, y hasta que no me mostraron unos videos, no me relajé", se sincera. "Fue mi festejo soñado, esa nena que dejé en el Cosquín sola en el año 96, ahora la encontré acompañada, es un show que tiene mucho valor, un escenario plagado de grandes artistas y un registro inolvidable", dijo La Sole del nuevo DVD. A la hora de armar este show, Soledad dijo que primaron el respeto y la admiración mutuos entre los artistas del folclore argentino. "Yo creo que todos nosotros en ese escenario sabemos de las dificultades que hay para subsistir en este camino y para mantenernos", contó Soledad, "y no es un tema menor el de estar veinte años en este camino, Abel Pintos tuvo unas palabras muy jugadas para conmigo, que ni yo me asumo a veces, dijo desde que yo aparecí las discográficas empezaron a buscar nuevos jóvenes, más "soledades", más artistas del folclore" y se sonrojó al recordar las palabras de sus pares; "Jorge Rojas siempre me ha demostrado mucha admiración, él eligió un tema mío para interpretar a dúo, algo que me conmovió". Son veintiuna las canciones del disco, reflejo de un show imponente. Y aunque tanta producción no podrá ser llevada al teatro El Circulo en Rosario, Soledad afirma que será un show de casi dos horas, donde hará un repaso de toda su carrera. Habrá una luna gigante como escenografía y la cantante estará acompañada del ballet del Chúcaro.
La maternidad. Pero no todo en la vida de La Sole ha sido música y presentaciones, en 2010 nació su primera hija Antonia, y en 2013 llegó Regina. "Obviamente ser madre trasciende y es lo más importante que me pasó, me hizo un click en la cabeza después de haber sido mamá, todo cobró otro valor y creo que todo lo que hice en estos años lo hice por mis hijas, siento que más allá de que hago lo que me gusta, crío a mis hijas con esto, lo disfruto con ellas y me acompañan mucho en las giras", reflexiona la cantante.
"La maternidad me volvió selectiva, más honesta conmigo misma, y eso se traduce en el escenario". La Sole cuenta que sus hijas "chapean" en la escuela y dicen saber revolear el poncho como su mamá, cosa que la llena de orgullo y afirma que son su motor para seguir cantando.
"La música está pasando por un momento difícil, porque esta revolución de las redes y de internet ha generado nuevas posibilidades, hay que encontrarle la vuelta estos nuevos tiempos, aunque para mí el camino sigue siendo el mismo" explicó Soledad. "Ahora suma y ayudan las redes, pero lo que a mí siempre me funcionó es recorrer el camino, es el contacto directo con la gente". A pesar de que Cosquín está intentando esa renovación, Soledad cuenta que es difícil cambiarle la onda y que aparezcan nuevas figuras... pero el folclore sí puede subsistir como genero más puro, mucho más que otros géneros" explicó Soledad, consultada por la fusión del folclore con otros géneros.
"Hay que ser más despiertos, más vivos, los que venimos de hace muchos años ya nos cansamos de pensar estrategias y cosas nuevas, pero tengo fe que algo va a aparecer, este año me voy a dedicar a eso en los festivales, hay gente nueva para presentar porque los chicos tienen que acercarse al folclore desde el juego, no hay que dejar este género sólo a nuestra generación", expresó la santafesina, y que, con mucha razón, dijo que hay que darle al folclore el lugar que se merece y que se ganó, el corazón de todos los argentinos.
"A mí me gusta todo tipo de música, a la gente le cuesta verme en otros géneros, primero porque crecí con el folclore, pero con los años me gané un lugar de impunidad y puedo hacer otras cosas e ir por otros lados con confianza y felicidad", dice finalmente.