Primero saludó
Primero saludó
Después del tiroteo, Pardo se quitó rápidamente el traje de Santa Claus y se alejó en un automóvil, le dijeron testigos a la policía. Fue a la casa de su hermano a unos 40 kilómetros en el suburbio Sylmar de Los Angeles. No había nadie en el lugar, por lo que Pardo se metió sin problemas, señalaron los agentes.
El jueves en la madrugada la policía fue convocada a la vivienda, donde los agentes encontraron a Pardo muerto, con un balazo a la cabeza. Se hallaron dos pistolas en el lugar, y otras dos en las ruinas de la casa de sus ex suegros.
Pardo solía asistir regularmente a la iglesia católica del Santo Redentor en Montrose, donde oficiaba como una de las personas que reciben a los fieles cuando llegan al templo, reportó el diario Los Angeles Times.
Jan Detanna, el director de los acomodadores en la iglesia, quedó impresionado cuando le hablaron sobre la masacre.
"Simplemente estoy... esto es impactante", declaró Detanna. "Era el tipo más agradable que uno pudiera imaginarse. Siempre un placer hablar con él, siempre con una gran sonrisa".l (AP)