El todavía presidente de la AFA, Luis Segura, ratificó ayer por la tarde en Nueva Jersey que sigue en su cargo "pese a que en Buenos Aires se diga lo contrario", ratificó que "pase lo que pase" se va de la conducción el próximo jueves y anticipó que si "la Justicia interviene en la conducción de nuestro fútbol, Argentina va camino a la desafiliación", en relación a la injerencia de la jueza federal María Servini de Cubría, que el viernes impidió, curiosamente, que lo destituyeran anticipadamente cuando ordenó hacer oídos sordos a la decisión de la Fuifa de intervenir la entidad madre del fútbol argentino.
"Si la Justicia interviene, entonces la Fifa desafiliará a la AFA", dijo sin medias tintas Segura, antes de emprender el regreso a la Argentina sin ver hoy la final de la Copa América. Es que el presidente afista por un lado criticó la intervención de la Fifa, pero por el otros sostiene que la incidencia que tiene la Justicia argentina es perjudicial y podría derivar en sanciones duras para el fútbol argentino.
"Por eso el lunes me voy a instalar en la AFA, para esperar lo que venga e intentaré hablar con la jueza María Servini de Cubría. No voy a estar en la final de la copa, porque si lo hiciera estaría convalidando este gran error que cometió la Fifa", advirtió.
Sin tiempo para diatribas, Segura apreció que "estaba todo dado para llevar adelante las elecciones en tiempo y forma, pero ahora resulta que quedaron suspendidas por noventa días" por la Justicia. "Sin embargo es imperioso, imprescindible, que se lleven a cabo, porque no se puede conducir sin alguien consolidado como presidente de AFA. Por eso yo ya avisé que el 30 de junio es mi último día en el cargo, pase lo que pase. Lo iba a anunciar en la asamblea del 28, pero como quedó en la nada, entonces decidí hacerlo aquí", remarcó, en la conferencia de prensa.
"Y en cuanto a mi situación procesal, la voy a apelar, porque de lo que se me imputa es de los cheques corridos, pero no tengo ni tuve financiera, y no puede ningún club endilgarme que los mandé a cobrar a tal o cual lado", aclaró.
"Pero además, lo que hace el presidente de Fifa, Gianni Infantino, está absolutamente fuera de contexto, no tiene ninguna razón de ser. Cómo es posible que anuncie un viernes que habrá una comisión normalizadora a dos días de jugar Argentina una final con su selección. Para mí que lo están asesorando mal", enfatizó.
Después de analizar el presente y advertir sobre el futuro, Segura tomó el pasado como punto de referencia para determinar las razones por las que la AFA en particular y el fútbol argentino en general llegaron hasta esta situación.
"La AFA tiene metidos adentro a tres veedores desde hace más de un año, justamente desde que la diputada Graciela Ocaña elevó una denuncia a la jueza Servini de Cubría y ella ordenó eso", puntualizó, en lo que suponía una intervención aparente, pero no manifiesta.
"El problema de la AFA es político, y para que se normalice hacen faltas acuerdos grandes, pero de manera urgente. Por eso hasta a los dirigentes de la Fifa les anuncié que me voy a fin de mes", concluyó Segura, quien tenía necesidad de expresarse desde los Estados Unidos, a un día de que la selección juegue la final de la Copa América Centenario, y mientras en su país dicen que no es más el presidente de AFA, pero él sostiene aquí todo lo contrario.