Secuestros virtuales: se entregó una gitana
Un mujer de 36 años integrante de la comunidad gitana, que estaba prófuga de la Justicia desde marzo sospechada de participar en decenas de secuestros virtuales, se entregó ayer en los Tribunales con sus abogados y quedó bajo arresto domiciliario tras pagar una caución de $ 250 mil.
12 de octubre 2016 · 00:00hs
Un mujer de 36 años integrante de la comunidad gitana, que estaba prófuga de la Justicia desde marzo sospechada de participar en decenas de secuestros virtuales, se entregó ayer en los Tribunales con sus abogados y quedó bajo arresto domiciliario tras pagar una caución de $ 250 mil.
Carina M. estaba prófuga desde Semana Santa, cuando supo que junto a otras familiares y miembros de su comunidad iban a ser sometidos a un proceso judicial por realizar cientos de secuestro virtuales en los primeros meses de 2015.
El caso se hizo visible en junio del año pasado cuando se realizaron varios allanamientos ordenados por el fiscal de Investigación y Juicio Nicolás Foppiani, quien estaba al mando de la compleja investigación.
En domicilios de la comunidad gitana de zona sur se detuvo a 18 personas, se secuestraron joyas, autos, celulares, armas y unos 3 millones de pesos presumiblemente derivados de la actividad ilícita.
En esos operativos fue detenido Gustavo "Masacote" Miguel, de 51 años, quien el 26 de mayo pasado murió en la cárcel horas antes de firmar un juicio abreviado donde aceptaba una condena que lo habilitaba a pedir libertad con restricciones. Tras ello, tres de sus hijos fueron condenados a 3 años de prisión de ejecución condicional como partícipes de una asociación ilícita que extorsionaba a personas vulnerables a través de los secuestros virtuales.
Carina M., en tanto, estuvo bajo la mira de la Justicia como integrante de la banda, pero el 25 de marzo la fueron a buscar a su casa para ponerla a disposición de la Justicia y no la encontraron, por lo que el fiscal pidió que se librara una orden de captura. Después de cinco meses y medio de permanecer prófuga, la mujer se puso a disposición de la Fiscalía y ayer se presentó en Tribunales con sus abogados defensores Paul Krupnik y José Nanni.
En una audiencia que presidió el juez Juan Carlos Curto, el fiscal le informó a la acusada que quedaba sujeta a una causa donde se investiga su participación en la asociación ilícita y como padece algunos problemas de salud se le concedió prisión preventiva domiciliaria y una caución de 250.000 pesos.