La profundización de la crisis en el sector hotelero-gastronómico de Rosario encendió alarmas. Los restaurantes y bares acusan una caída en los cubiertos de un 25 por ciento, mientras que las plazas hoteleras están en un 40 por ciento de ocupación. Con este panorama, los empresarios se reunirán este lunes con la intendenta Mónica Fein. El sector ya tuvo un encuentro con el mismo objetivo con el gobernador Miguel Lifschitz.
Con la idea de reimpulsar una ciudad turística donde las "industrias sin humo" puedan recuperarse, la Asociación de Empresarios Hotelero Grastronómicos de Rosario (Aehgar) comenzó una ronda de reuniones con los integrantes del Poder Ejecutivo provincial y local.
El pasado 11 de este mes los dirigentes fueron recibidos por Lifschitz, el ministro de la Producción, Luis Contigiani; su par de Turismo, Martín Bulos, y la concejala socialista Verónica Irízar .
En un comunicado de prensa, Aehgar recordó que el sector se declaró en emergencia económica, "estando en peligro la continuidad de funcionamiento de gran cantidad de establecimientos".
En este marco, se le planteó a Lifschitz la elaboración de programas que alienten al desarrollo productivo del sector y eviten la pérdida futura de empleo.
Se solicitó la adhesión de Santa Fe a la ley nacional de turismo, para así acceder a quitas impositivas y créditos blandos. También un tratamiento diferencial del impuesto inmobiliario y una reestructuración en la factura de la luz para bajar la carga tributaria.
A raíz de las inundaciones, los empresarios pidieron la exención impositiva para los establecimientos de la costa norte de la ciudad.
Quedó sobre la mesa la necesidad de concretar acciones que impulsen el desarrollo turístico para incrementar la cantidad de eventos, congresos, contar con un predio ferial y un centro de convenciones a gran escala.
Sector por sector. Este pliego, será puesto sobre la mesa en la reunión prevista con la intendenta Fein el próximo lunes, a las 8.30.
"Nos estamos comiendo las amortizaciones, muchos accionistas ponen las utilidades de otras actividades. Se redujeron los costos, pero no se echó al personal. Eso sí, el trabajador que renuncia, no se repone su puesto de empleo. Se busca ser eficientes con los proveedores, racionalizar cada costo", enumeró el directivo de Aehgar, Damián Auzunbud.
En ese orden, dijo que "creció la cantidad de plazas hoteleras pero se estancó la demanda. A eso hay que agregarle los efectos negativos en lo que hace a la inseguridad".
Para graficar el impacto en la suba de tarifas, el hotelero estimó que la boleta del API creció un 50 por ciento, y entre el 140 al 300 por ciento la de la luz. El gas llegó con una suba del 845 por ciento.
"Hay hoteles muy preocupados en pagar aguinaldos y queremos que se nos descuente de la TGI el servicio diferencial de recolección de residuos", detalló Auzunbud.
El vicepresidente de Aehgar, Carlos Mellano, remarcó que desde el sector "no ven con buenos ojos que los bares culturales tengan exenciones impositivas. Y en el caso de los Food Trucks, si bien estamos a favor, queremos control sobre sus alimentos, distancia de 200 metros de los locales tradicionales y que no pierdan su estilo gourmet y vendan hamburguesas y panchos, porque sino sólo aumentaríamos los carritos que ya existen", enumeró.
En cuanto a la actividad del sector, el dirigente fue preciso: "La caída real es del 25 por ciento y no podemos trasladar al precio todos los aumentos impositivos", finalizó el directivo.