El salón está repleto de manos alzadas con ganas de hablar y contar sus
vivencias. Ese es el cuadro que encuentra La Capital al visitar a los chicos de quinto grado
de la Escuela Bialik, de Rosario. Es que acaban de protagonizar una película escolar sobre la vida
de San Martín, donde lograron amalgamar el aprendizaje de hechos de la historia argentina con la
utilización de una herramienta que los entusiasmó desde el primer minuto.
Trascurrían las primeras semanas de clases cuando en el marco de una
investigación escolar sobre la historia, surgió de parte de las maestras la idea de realizar un
trabajo audiovisual sobre la vida y obra del Padre de la Patria. "Quisimos mostrar a un hombre de
carne y hueso, y no un héroe del bronce", cuenta Besie Kirilovsky, docente de lengua y ciencias
sociales, y una de las mentoras de la iniciativa.
Así, durante meses alumnos y docentes pusieron manos a la obra e investigaron
todo lo posible sobre San Martín. Películas, textos escolares y materiales de internet fueron
algunas de las herramientas que los chicos utilizaron para acercarse a la vida del prócer. De allí
surgió el guión de la película "San Martín hacia la gloria" (ver aparte).
Tras semanas de estudio, ensayo y filmación, finalmente el trabajo fue
presentado a fines de agosto pasado, en coincidencia con el aniversario del fallecimiento del
Libertador.
Si bien la producción de la película movilizó a casi toda la escuela de San Juan
y Paraguay, alumnos y docentes establecieron un pacto de silencio: no contarles nada a los padres,
a fin de que sea una sorpresa. Aunque durante las semanas que duró el "secreto", éstos se mostraban
sorprendidos por el interés de sus hijos por la historia argentina.
La película comienza con el pedido de una directora de escuela
—interpretada por Valentina— que les pide a un grupo de docentes que preparen algo
especial para recordar a San Martín. Previamente, una hilarante escena reúne a tres supuestos
directores de cine —Tadeo, Ezequiel y Lucio— que discuten sobra necesidad de sostener
este proyecto audiovisual.
Backstage, casting y hasta el famoso león que precede a las películas de la
Metro Goldwin Mayer —aunque en este caso se trató de un gatito— son parte de la
divertida pero a la vez interesante propuesta pedagógica, que permitió acercar a los chicos a la
historia de una manera dinámica y participativa.
"Además de divertirnos con la película aprendimos mucho, leímos libros con
información, y fue una actividad divertida y especial", expresa Gastón, uno de los alumnos de
quinto grado de la Bialik.
Los salones, el patio y hasta el templo lindero a la escuela fueron algunos de
los escenarios escogidos para llevar adelante la filmación. Con vestuario acorde a la época, los
chicos van contando a lo largo de los 45 minutos que dura la película algunos pasajes destacados de
la vida del prócer. Carolina cuenta que para darle más realismo al film, tomaron fragmentos de "El
santo de la espada", de Leopoldo Torre Nilson, como el cruce de los Andes y la batalla de San
Lorenzo. En esta última, Mirko recuerda que pudo decir aquella famosa frase atribuida al sargento
Cabral: "Muero contento, hemos batido al enemigo".
Difícil es en pocas líneas reseñar el entusiasmo y las anécdotas que surgen en
boca de Shaní, Jordán, Darío, Lara, David, Guillermo, Damián, Sharon y sus compañeros. Todos
querían hablar y contar cómo vivieron la filmación de "San Martín hacia la gloria". Tal vez la
síntesis de ello sea la de Julián, quién interpretó al prócer de Yapeyú: "Fue una experiencia para
no olvidar nunca, bastante emocionante, y nos dimos cuenta que se puede aprender de muchas maneras,
y esta es la mas divertida".