Con el correr de las horas, el objetivo de desprestigio se volvió un boomerang para el cantante. Silvestre pasó de ser víctima a victimario. No solo por las aberrantes acusaciones de un supuesto abuso de Scioli sobre su exesposa Verónica Vieyra, sino porque su exposición mediática trajo a escena problemas familiares del pasado y hasta una denuncia por violencia de género de su exesposa, Deborah Ramos.
"Me acuerdo cuando fue a hacer la denuncia. La había trompeado en la calle en la zona de Boedo. Me acuerdo de la carta a Andrea del Boca. Me acuerdo de todo", señaló el conductor de Intrusos.
Rial señaló que "Silvestre no midió las consecuencias. Una cosa es la infidelidad y otra muy grave es el abuso de menores".
Por su parte, Ventura explicó su furia del día miércoles cuando en un cruce telefónico con Silvestre se levantó y abandonó el piso de Desayuno. "Les prometí a mis hijos no enojarme más en televisión y sentí que el diálogo con Silvestre no tenía regreso".