Un aviso al 911 por el robo de un teléfono celular en la zona de boleterías del estadio de Newell's Old Boys fue el punto de arranque de una redada policial que culminó con 28 hinchas presos: 24 fueron demorados, tres armas de guerra con sus cargadores completos secuestradas y cuatro detenidos más imputados por la portación ilegal de las mismas. Según dijo el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, la intervención de los uniformados desbarató un enfrentamiento entre dos facciones que pujan por la supremacía de la barra brava del club que pudo ser temerario y que viene precedido por una escalada de asesinatos concretados en el último mes, dos de ellos de referentes directos de la hinchada.
El choque entre las dos falanges rojinegras se dio mientras una importante cantidad de público hacía cola frente a las boleterías que vendían las entradas para el partido que hoy tienen previsto disputar Newell's y Puerto General San Martín por la Copa Santa Fe. "La información con la que contábamos nos predispuso a reforzar la seguridad en las inmediaciones del estadio. No tenemos dudas de que esto fue un capítulo más de la puja para decidir quien conduce la barra", dijo Pullaro anoche a LaCapital.
Lo que se estableció de manera preliminar es que en la zona hubo un encontronazo entre dos parcialidades opuestas. Una liderada por Nelson "Chivo" Saravia y la otra por Matías Pera. Este último es un barra que estuvo implicado en el ataque contra Diego "Panadero" Ochoa quien en septiembre de 2010 fue desplazado a trompadas de la tribuna. Dos meses después de ese hecho Pera salvó de milagro su vida tras recibir cinco balazos en Isola al 100 bis, al sur de Tablada.
Llamado. Ayer a las 19 un llamado alertó sobre la presencia de un hombre armado a la Policía de Acción Táctica (PAT) que desde estos incidentes sangrientos custodia el perímetro del estadio de Newell's. El jefe de la PAT, comisario inspector Ramón Giménez, consignó que tras el aviso efectivos de ese cuerpo localizaron a cuatro hombres en un Peugeot 206. A uno de ellos se le incautó una pistola calibre 9 milímetros. Otro de los individuos tenía encima las llaves de un Renault 9 en el que se encontraron dos pistolas más: otra 9 milímetros y una de calibre 11.25. Todas con sus números de serie limadas.
De acuerdo a lo indicado anoche por fuentes policiales, la facción que responde a Matías Pera llegó al Coloso a comprar 400 entradas para el partido de hoy en tanto la que lidera Saravia intentaba impedirlo. Eso generó una escaramuza inicial que no llegó a progresar por la irrupción policial que dispersó la pelea.
Anoche personal del Ministerio de Seguridad impulsaba la idea de que los detenidos se les negara la admisión al estadio si es que resultaban liberados.
El fiscal de Flagrancia interviniente en la redada, Patricio Serjal, dio cuenta del decomiso de las armas a su colega Ademar Bianchini, de la Unidad de Homicidios, por si tuvieran relación con la saga reciente de asesinatos en Newell's.
Anoche a las 21.30 un grupo de veinte personas continuaban con sus brazos en alto apostadas contra el enrejado del palomar. Dotaciones policiales trasladaban entretanto a los demorados a la comisaría 5ª.
Mientras se generaba esta corrida había público ajeno al fútbol asistiendo al entrenamiento que la selección argentina de handball realizaba en el estadio cubierto de Newell's.
Escalada. El incidente acentuó la preocupación de la dirigencia de Newell's cuya conducción, encabezada por el flamante presidente Eduardo Bermúdez, asumió en el contexto de una escalada desaforada de asesinatos por sectores que quieren prevalecer en la barra.
En las últimas cuatro semanas hubo dos ejecuciones brutales con armas de fuego que tuvieron como víctimas a referentes de la barra. Una de ellas fue frente al ingreso al Coloso del Parque, cuando Matías "Cuatrero" Franchetti fue acribillado el pasado 7 de junio a metros de donde ayer se produjeron las detenciones masivas.
El otro crimen fue el de Maximiliano La Rocca, ocurrido hace una semana, a quien siguieron desde la puerta del estadio y lo mataron a tiros en Pellegrini al 5300. Otros dos homicidios recientes aparecen conectados a estos.
Además de los crímenes del Cuatrero Franchetti y La Rocca, hubo al menos otra muerte en apariencia conectada. Es la de Nora Graciela Oroño, el 23 de junio. Esta mujer de 54 salió a la puerta de su casa de Regimiento 11 al 87 bis, en barrio Saladillo y fue fulminada de siete tiros. Era la madre de los hermanos Yosti. Uno de ellos había tenido una relación de pareja con la hermana del Cuatrero.