Deben vacunarse "lo antes posible" contra la gripe todos los trabajadores del sistema sanitario, las embarazadas (y puérperas que no hayan sido inoculadas hasta diez días después del parto), los bebés de 6 a 24 meses y los mayores de 65 años. También deben hacerlo, entre los 2 y los 64 años, quienes tengan enfermedades respiratorias o cardíacas, estén en tratamiento crónico con corticoides, sean VIH positivos o tengan otros cuadros de inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, y los pacientes oncohematológicos y trasplantados. También integran la población en riesgo las personas obesas con un índice de masa corporal mayor a 40, los diabéticos y quienes cursan una insuficiencia renal crónica en diálisis o con expectativas de ingresar a ese tratamiento en los próximos seis meses.