Las vacaciones para muchas personas comienzan cuando se suben al auto. Los rosarinos que deciden viajar con su vehículo hacia las playas uruguayas básicamente eligen entre tres distintos caminos y otras tantas formas de hacerlo. Un itinerario es sólo por tierra, los otros dos incluyen cruzar el Río de la Plata en barco.
El gobierno charrúa volvió a disponer para esta temporada veraniega 2016 una serie de descuentos fiscales en combustible, gastronomía y alojamiento, que son significativos cuando se sacan cuentas a la hora de elegir destino.
Para ir a la costa uruguaya desde Rosario por barco hay que llegar hasta el puerto de Buenos Aires. Allí se debe optar por el ferry hacia Colonia o Montevideo.
Los precios del transporte fluvial dependen de la opción que se elija, tanto de embarcación, destino y el número de personas que integren la familia.
Si la opción es desembarcar en Colonia, declarada hace 20 años patrimonio de la humanidad por la Unesco, después de algo más de una hora de viaje, se puede hacer allí un alto y recorrer el casco histórico, una bodega y luego continuar el viaje hasta Montevideo.
La otra opción por barco es desde Buenos Aires a Montevideo. Son algo más de dos horas de viaje. El barco amarra justo frente al histórico mercado portuario en Uruguay, que también es una buena oportunidad para disfrutar de su gastronomía y seguir camino a la costa. Otra posibilidad es hacer un alto en la capital oriental para comer en el mercado agrícola.
También es una buena opción para los que decidan hacer todo el recorrido en auto. Entre Rosario y Montevideo hay unos 605 kilómetros. Si bien existen tres cruces fronterizos, para los viajeros que salen de esta región la mejor alternativa es ir a Victoria (Entre Ríos) y de ahí por la ruta 11 hasta Gualeguay. En esa localidad entrerriana se debe tomar la ruta 16 hacia Gualeguaychú, para realizar migraciones y aduana a Fray Bentos. Hasta allí son 306 kilómetros, con caminos en buen estado.
Al cruzar la frontera resalta la construcción de lo que hoy es el Museo de la Revolución Industrial, donde estaba el frigorífico Anglo, una de las fábricas procesadoras de productos cárnicos más importantes de América del Sur de comienzos del siglo XX.
En Fray Bentos, al igual que lo que ocurre en otros puntos de frontera, incluida Colonia, el gobierno de Tabaré Vázquez dispuso un descuento del 25% de impuesto a los combustibles si se paga con tarjeta de crédito o débito. Llenar un tanque en el país vecino cuesta unos 2.000 pesos uruguayos (1.500 con el descuento), que al cambio actual son unos 750 pesos.
Para ir hasta la capital uruguaya desde la localidad fronteriza de Fray Bentos se debe tomar la ruta 2 hasta la bifurcación con la ruta 51, por la cual es necesario continuar hasta empalmar con la ruta 1. Son 310 kilómetros.
Una vez en Montevideo, para seguir a las distintas playas costeras se debe tomar la ruta interbalnearia. A pocos kilómetros está la localidad de Atlántida, que cuenta con playas y donde se puede admirar la arquitectura del ingeniero Eladio Dieste, conocido por no utilizar columnas en sus obras, y que cerca de allí levantó la iglesia parroquial de Cristo Obrero.
Desde Atlántida, por esa vía, se suceden distintas opciones de playas. Desde Montevideo hasta Chuy, límite con Brasil, hay 328 kilómetros.
Si el destino es el departamento de Rocha, a partir del 22 de diciembre pasado quedó inaugurado un puente circular, una rotonda sobre la laguna Garzón que cruza directamente después de José Ignacio a Rocha. Significa pasar en pocos minutos Maldonado, el departamento donde está Punta del Este, La Barra y José Ignacio, a otro sector, Rocha, con La Paloma, La Pedrera, Cabo Polonio y Punta del Diablo.
La obra del puente fue impulsada por el empresario argentino Eduardo Constantini, quien financió gran parte del proyecto, interesado en potenciar el emprendimiento inmobiliario Las Garzas, que tiene en la zona.
La funcionalidad de su forma radica en la circulación lenta de los automóviles (un solo carril por lado), su altura es la suficiente para permitir el cruce de embarcaciones y, además, permite el cruce peatonal para pescar o disfrutar del paisaje.
Con esto se deja atrás el tradicional sistema de balsas para atravesar la laguna, que funciona desde 1994 y fue instalado por la Dirección Nacional de Hidrografía.
En definitiva, las opciones para ir a la costa uruguaya son variadas, así como las posibilidades de hacer un alto en el camino para disfrutar paisajes y gastronomía antes de tocar el mar con los pies.