La Municipalidad, el Ministerio Público de la Acusación y el Ministerio de Seguridad profundizan el trabajo sobre los barrios considerados más problemáticos de la ciudad. El objetivo es incrementar la presencia del Estado en esas zonas y bajar los índices de violencia.
Por el momento, los operadores territoriales están trabajando en los barrios Santa Lucía y en los próximos días intensificarán las tareas en dos populosas barriadas del noroeste, Zona Cero y Cristalería. También está en agenda el sector de villa Flammarión, en la zona sur.
Según detalló ayer el secretario General del municipio, Pablo Javkin, el objetivo es llegar a tener un monitoreo integral de una decena de barrios calientes antes de fin de año.
El funcionario precisó que la experiencia desarrollada en Santa Lucía "permitió bajar los índices de violencia a través de un trabajo coordinado entre los operadores sociales que trabajan en el barrio".
Cada jueves, funcionarios judiciales, municipales y fiscales cruzan información que permite trazar políticas públicas de seguridad para la zona específica.
Santa Lucía fue una de las zonas prioritarias, y de hecho lo sigue siendo. Un territorio signado por la violencia armada entre bandas antagónicas que se cobró varias vidas. Sin embargo, Javkin precisó que "los índices delictivos han bajado en ese sector de la ciudad".
La experiencia intentará replicarse en la zona sur, más precisamente en el sector de villa Flammarión, escenario en los últimos días de una inusitada violencia a raíz del enfrentamiento de tres bandas antagónicas que pugnan por tomar el control del narcomenudeo en la zona.
En ese enclave de la zona sur de la ciudad ya hubo 16 homicidios en el último año y medio.
"El municipio tiene muchos programas sociales y lo que nos propusimos desde hace un tiempo es llegar a detectar a los jóvenes más vulnerables, y trabajar con ellos para poder sacarlos de la espiral de violencia barrial que los rodea", precisó Javkin.
Ese trabajo social forma parte de lo que el municipio aporta en materia de seguridad. En los encuentros tripartitos de los jueves el municipio también accede a datos de zonas más complicadas en materia delictiva, sobre los que se puede intervenir en materia de infraestructura.
Las reuniones comenzaron hace dos meses y producto de las mismas los operadores sociales han podido prevenir diversas situaciones de violencia y evitar enfrentamientos barriales.
Por otra parte, hay jóvenes que han sido incorporados a los programas Nueva Oportunidad, que tiene por objetivo captar a pibes de entre 16 y 30 años y capacitarlos en oficios. Durante 2015 se capacitó a 1.500 jóvenes, y este año se busca llegar a los 2 mil.