El joven de 18 años que mató de un disparo a su novia de 17 en Roldán quedó en prisión preventiva sin plazo y acusado de homicidio doloso tras la audiencia que se realizó ayer. "Quise cargar el arma y en lugar de tirar el fierro apreté el gatillo", declaró el muchacho, que en un primer momento atribuyó el balazo a ladrones y luego reconoció haberlo hecho de forma accidental.
José Luis G. está detenido desde el domingo por la muerte de Sabrina Brisa Sarabia, su novia desde hacía poco más de un mes. El sábado a la noche él le pidió permiso a su padre para reemplazarlo en su trabajo como cuidador de una casa de campo, a unos 200 metros de su casa familia en Roldán. Esa casa de campo se convirtió en escenario de la tragedia a las 4 de la madrugada, cuando la chica recibió el fatal disparo.
El joven corrió hasta su casa y despertó a sus padres para contarles lo ocurrido. Luego se presentó en la comisaría 6ª de Roldán. Primero dijo que la chica había sido baleada en un robo. Los policías fueron al lugar y la hallaron sin vida, con un proyectil calibre 22 en la cabeza. Más tarde el joven "entró en contradicciones" y admitió haber disparado.
Esa versión reiteró ayer el joven en la audiencia. El fiscal Luis Schiappa Pietra lo acusó de homicidio intencional agravado por el uso de arma de fuego, en concurso real con la portación de arma de uso civil. La defensora Daniela Asinari consideró que se trató de un homicidio culposo, cometido sin intención.
"Brisa estaba apoyada en la mesa y yo sobre el freezer. Quise cargar el arma para tenerla lista por las dudas y se me disparó", declaró el acusado. Contó que esa noche estuvieron con amigos en un carrito de una plaza, luego pasó por su domicilio a buscar el arma porque ya se habían producido robos en la casa rural y hacia allí fue la pareja. Según esa versión, "en lugar de tirar el fierrito para cargarla apreté el gatillo", explicó reproduciendo el gesto de manipular el arma. "La quise despertar y nada. Me fui a casa y les avisé a mis viejos".
El fiscal observó que esa versión no se corresponde con la autopsia, que indica que la chica recibió el disparo a corta distancia. "Evidentemente el disparo no fue como él lo acaba de describir. Hay evidencia para sostener un homicidio doloso".
En cambio, para la defensora Asinari se trató de un "trágico accidente": "Mi defendido relató el hecho, indicó el lugar donde estaba el arma, colaboró con la investigación y la policía. Tiene un trabajo estable, no tiene antecedentes y con Brisa tenía una relación sana. Nunca hubo maltrato y ella estaba contenta".
Finalmente el juez Javier Beltramone evaluó que "le asiste razón a la fiscalía" porque "el relato del imputado no se condice con la prueba científica". Remarcó que en el lugar se hallaron dos vainas (una dentro de la casa y otra en la galería disparada en otra ocasión). Y consideró que hubo un "plan de la familia G. para enmascarar y encubrir el hecho como un supuesto robo".