Inspirados en el cuidado del medio ambiente, estudiantes de 4º y 5º años del Colegio Los Arrayanes fueron reconocidos en la 9º Edición de Innovar. Los proyectos de su autoría sobre "Hormigón alivianado" y "Madera inorgánica" quedaron seleccionados entre más de 1.780 trabajos y fueron exhibidos en Tecnópolis. Innovar es un concurso nacional que promueve el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, a través del Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación.
Todavía no salen de su asombro. Lo que comenzó como una experiencia para el interior de la escuela terminó mostrándose junto a proyectos promovidos desde universidades y centros de investigación de todo el país. Eso es lo primero que destaca el grupo de 4º y 5 años del colegio rosarino. Nada mal si se piensa en la confianza que depositaron sus profesores en los aprendizajes emprendidos.
En rigor, las ideas presentadas son de "Hormigón alivianado" que consiste en reemplazar la arena que lleva el hormigón por caucho galvanizado molido y utilizar botellas descartables en el armado de paneles, que sobre todo —explicará Manuel, uno de los alumnos— "tiene el beneficio de reducir el impacto ambiental al reutilizar materiales de desecho".
El otro proyecto es el de "Madera inorgánica", que consiste en "moldear materiales inorgánicos para simular el aspecto de la madera, pero con propiedades especiales. Se utilizan fibras minerales y polímeros para el moldeado". También reduce el impacto ambiental al sustituir parcialmente la madera. Las dos propuestas quedaron seleccionadas, pero este última fue elegida junto a otros 200 para ocupar un stand en Innovar 2013, que se desarrolló en Tecnópolis. Fueron sólo tres las escuelas del país que se presentaron en la categoría "producto innovador", dos técnicas y la rosarina.
La propuesta arrancó en las clases de Química y Biología, de la mano de las profesoras María Rosa Cena y María Marta Cabrera. "Con el apoyo de todos los profesores y de la escuela", dirán las educadoras también entusiasmadas con el reconocimiento.
No ganaron un primer ni segundo premios. Es más no planeaban presentarse en este certamen nacional, sin embargo valoran el esfuerzo como "una medalla dorada". Fue el padre de Manuel el que les dio el empuje para presentarse y ayudó con la idea.
Metas institucionales.Florencia, Camila, Ana y Emilia, todas estudiantes de este secundario — de Riobamba al 1100— se turnan para explicar que la iniciativa tiene que ver con lo que "todos los días aprenden en la escuela", con las metas de cuidado de la naturaleza que promueve desde sus planes, "es uno de los pilares". Los Arrayanes se fundó un 5 de junio, justamente el Día Mundial del Medio Ambiente.
La profesora María Rosa Cena destaca entonces que desde la materia proyecto de investigación de 5º año se trata siempre que los trabajos se orienten a la idea fundante de la institución. Lo diferente esta vez fue que los dos últimos años de la secundaria trabajaron juntos en ambas iniciativas.
Cada uno de los estudiantes aporta algo de lo que deja esta experiencia compartida entre dos cursos y que invita a formas más dinámicas de abordar la ciencia en el aula. Emilia rescata que al meterse de lleno en el proyecto aprendió "cosas no pensadas que van desde el uso de guantes de protección hasta el uso de un catalizador". Y para Camila fue relevante "llevar la teoría a la práctica" .
Ya en Tecnópolis dimensionaron el proyecto que protagonizaron. Resultó cuando se encontraron junto a stands de universidades y de organismos de investigación. "Eramos los más chicos, compitiendo con trabajos muy complejos como el desarrollo de una vacuna", recuerda Ana al tiempo que sus compañeros alcanzan un cuidado catálogo que exhibe las iniciativas seleccionadas (se puede ver también en innovar.gob.ar).
"Es la primera vez que la escuela participa de esta actividad nacional. Seguro que el año que viene seguiremos trabajando, quizás con la misma propuesta o con otra, sumando a los de 3º año. Esta experiencia fue enriquecedora, un puntapié inicial", expresa la profesora Cena.
Su colega Cabrera se suma y destaca "lo gratificante que resultó el alcance que tuvo este proyecto escolar". También que los chicos hayan podido compartir en Innovar "un ambiente de camaradería, de solidaridad, de apoyo" al emprendiemiento realizado. Señala además que fue una buena ocasión para abrir la currícula, salirse de las unidades prescriptas y "permitir otras opciones para los secundarios". "Hubo mucho trabajo de investigación y los chicos pudieron valerse de otras herramientas, distintas a las conocidas".
En la novena edición del Concurso Nacional de Innovaciones, el gran premio Innovar fue otorgado a los proyectos "Kit de diagnóstico molecular para la Enfermedad de Chagas", de Luciana Larocca, ganador en la categoría investigación aplicada; y "Máquina cosechadora de algodón automotriz con entrega modular del algodón cosechado", de Orlando Pilatti, ganador en la categoría "producto innovador", destacado por su grado de novedad.