El ministro de Justicia, Germán Garavano, pidió ayer que la jefa de los fiscales, Alejandra Gils Carbó, "se tome licencia" hasta que se resuelva su situación judicial. Al mismo tiempo, legisladores de la coalición oficialista Cambiemos advirtieron que la procuradora general de la Nación está "absolutamente acorralada" y comenzaron a presionar con el pedido de juicio político.
Garavano sostuvo que la decisión del juez federal Julián Ercolini de procesar por fraude al Estado a la procuradora "crea por primera vez en el país una situación de crisis institucional en cabeza de quien debiera ser garante de la persecución penal y la Justicia en la Argentina".
La posición del gobierno fue respaldada por los macristas Pablo Tonelli, miembro del oficialismo en el Consejo de la Magistratura, y Silvia Lospennato, segunda en la comisión bicameral de Seguimiento del Ministerio Público, mientras que el radical Mario Negri evaluó que el juicio político contra la procuradora "es inevitable".
En medio de la pulseada entre el gobierno y la procuradora, Garavano admitió que la ofensiva oficial "puede ser considerada una cuestión política", pero remarcó que "no es una cuestión política partidaria sino institucional".
"Si nosotros no tenemos un procurador que es respetado por sus pares y que pueda liderar este proceso de transformación siempre vamos a tener un sistema penal rengo", argumentó.
Influencias
Consultado sobre en qué puede influir una derrota del kirchnerismo en las elecciones legislativas frente al proceso de destitución de la procuradora, indicó que "la importancia que tiene la elección tiene que ver con la composición del Congreso" porque el Frente para la Victoria ha tenido "una minoría que ha bloqueado su juicio".
Para la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, "la mejor opción" que tiene la procuradora nacional es "renunciar" ya que consideró que su situación judicial "le hace más daño a la Justicia y al país".
Alonso cargó contra la funcionaria por haber hecho "zafar" al empresario vinculado al kirchnerismo Lázaro Báez en una causa por lavado de dinero.
En este contexto, Tonelli sostuvo que la de Gils Carbó "es una actuación muy parcial de parte de ella, alejada de la ecuanimidad y la objetividad con que debe conducirse el procurador general y la descalifica para el cargo".
"Pero ahora, además a estas críticas que nosotros le hacemos, se le suma el hecho de que ha sido procesada, que está siendo investigada por la comisión de un delito y que quien la investiga es un subordinado de ella, entonces no puede ser que ella permanezca en el cargo y que tenga oportunidad de darle directivas a su subordinado para que oriente la investigación en determinado sentido", agregó.
Por su parte, el jefe del radicalismo en la Cámara baja, Mario Negri, advirtió que si se ratifica el procesamiento contra la procuradora, estará "absolutamente acorralada".
Responsabilidades
Negri sostuvo que se ha "corroborado la discrecionalidad en el manejo de sus funciones y de su responsabilidad" y consideró que "va a ser muy difícil seguir sosteniéndola en el cargo".
En tanto, la macrista Silvia Lospennato estimó que "la procuradora debería sin duda pedirse como mínimo una licencia para que se la pueda investigar sin ningún temor y ningún problema".
"Sin duda este procesamiento amerita el inmediato tratamiento de un juicio político", continuó la legisladora.
Para Lospennato, Gils Carbó "está puesta en ese lugar para garantizar la impunidad de la década robada, no está puesta ahí de casualidad sino para la retirada del kirchnerismo".
El entorno de la funcionaria dice que "no renuncia ni pide licencia"
A Alejandra Gils Carbó el procesamiento en la causa de la compra del edificio de la Procuración General no la moverá de una postura tomada hace tiempo. "Ni renuncio ni me tomo licencia", le dijo en las últimas horas a sus funcionarios más cercanos.
Como fundamento de su postura pone como ejemplo lo mismo que hizo Mauricio Macri cuando era jefe de Gobierno porteño: "No se tomó licencia cuando la Cámara de Casación confirmó su procesamiento por las escuchas ilegales".
Gils Carbó estaba en su casa cuando se enteró que el juez federal Julián Ercolini la procesó el jueves por la tarde. "Ya lo sabíamos. No está sorprendida, lo esperaba. Es más, nos dijeron que iba a salir antes pero esperaron porque el partido de Argentina contra Ecuador le iba a quitar trascendencia", dijo uno de los funcionarios de la Procuración que acompaña a Gils Carbó por estas horas.
En el entorno de la jefa de los fiscales califican de "burdo" el intento del gobierno por sacarla del cargo. Señalan que buscan forzar su salida con la causa penal del edificio y con una presentación judicial que hicieron asociaciones cercanas al macrismo para obtener un fallo que indique que la procuradora puede ser removida sin juicio político.