El ex jefe de la Uocra La Plata Juan Pablo Pata Medina, su hijo Cristian Puli Medina y su cuñado David García se negaron ayer a declarar ante el fiscal platense Alvaro Garganta, igual que los otros ocho imputados y presos por el delito de asociación ilícita.
Medina y sus dos familiares fueron llevados ayer desde la cárcel de Ezeiza a los Tribunales platenses, dónde llegaron poco antes de las 9 y permanecieron dentro del celular de traslado de detenidos del Servicio Penitenciario Federal hasta que fueron llamados a declarar por el Ministerio Público.
El primero en subir a los despachos del fiscal Garganta fue David García, luego fue el turno de Puli Medina y finalmente el ahora ex jefe de la filial platense del gremio de la construcción, quien al igual que los dos anteriores hizo uso del derecho de no declarar.
Afuera del edificio se habían agrupado seguidores de Medina, quienes reclamaron su libertad, mientras adentro, en las paredes de la fiscalía y en el ascensor que transportó a los imputados, dejaron mensajes de apoyo como "Fuerza Pata" y "Pata corazón".
Medina, su hijo y su cuñado, que ya se habían negado a declarar el miércoles ante la Justicia federal de Quilmes en la causa en la que se los acusa de extorsión y lavado de activos, fueron retirados del edificio de Tribunales minutos antes de las 16.
Anteayer habían pasado por la fiscalía la mujer de Medina, María Fabiola García (47); la hija de esta última, Marianela Pagnoni (28); el hijo Agustín Medina (27), su pareja Lara Muños (24), el contador del gremio Miguel Angel Federico (65) y los sindicalistas Pablo Neves (40), Casimiro Gómez (45) y Rubén Roldán (57).
Todos se negaron a declarar y fueron llevados a la alcaidía de Melchor Romero de esta capital, donde permanecen alojados desde el miércoles, cuando el fiscal Garganta pidió su arresto por el delito de asociación ilícita.
Qué dice el expediente
Según trascendió del expediente judicial, "existen elementos suficientes para tener por acreditado que un grupo integrado por al menos once personas, una de ellas como jefe, valiéndose de la circunstancia de que esta última ocupa el cargo de secretario general de Uocra sección La Plata, se pusieron de acuerdo para cometer delitos de modo indeterminado por sí, o utilizando como medio a los obreros del gremio para tales fines".
"Mediante actos intimidatorios y bajo la amenaza de parar las obras y trabarlas en conflictos gremiales, procuraron de manera sistemática y de imposible cumplimiento sin un acuerdo previo, la concesión por parte de empresas y contratistas de importantes beneficios económicos, imposición de personal, cantidad del mismo y empresa proveedora de viandas, entre otras cosas", agrega.
En la maniobra, según la hipótesis de la fiscalía, Medina, sus hijos y allegados se hacían presentes en las obras en construcción de La Plata y la región y mediante actos intimidatorios obligaban a que se incorporen obreros de su sindicado, para los cuales luego fijaban una remuneración dineraria específica.
La imposición era "verbal", pero si era desoída Medina "habilitaba" amedrentamientos "con agresiones físicas y de armas de fuego, atacando a los responsables de las obras y a quienes ya se encuentran trabajando en ella, evitando que continúen con su desarrollo hasta conseguir su objetivo", afirma la causa.
Y agrega: "Esta maniobra sería utilizada por Medina y sus hijos para obtener fondos dinerarios que volcarían en la adquisición de inmuebles, autos de alta gama y otros emprendimientos, como una panificadora de la cual se enviarían viandas a los obreros, también exigiendo que sean pagadas por los empleadores".