Parrilli amplió cargos por la filtración deescuchas telefónicas
El ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Oscar Parrilli, amplió ayer su denuncia por la filtración de las escuchas de sus diálogos con la ex presidenta Cristina Kirchner, hecho que definió como "el escándalo de espionaje político más espectacular de la historia democrática argentina".
14 de febrero 2017 · 00:00hs
El ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Oscar Parrilli, amplió ayer su denuncia por la filtración de las escuchas de sus diálogos con la ex presidenta Cristina Kirchner, hecho que definió como "el escándalo de espionaje político más espectacular de la historia democrática argentina".
Paralelamente, y en razón de una de esas conversaciones, el fiscal federal Ramiro González lo imputó ayer —junto a su ex segundo en la AFI Juan Martín Mena— por tráfico de influencias para con el juez federal Sebastián Casanello.
Parrilli envió un escrito a los Tribunales Federales de Retiro para pedir que se investigue el origen de distintas escuchas que trascendieron en medios periodísticos cuyas fechas no corresponderían con las captaciones autorizadas por el juez Ariel Lijo. La presentación judicial fue realizada ante el juzgado a cargo de Rodolfo Canicoba Corral, ante quien recayeron las denuncias para que se investigue las filtraciones de escuchas judiciales.
El escrito Parrilli responsabilizó al titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti; a los camaristas a cargo de la oficina de captaciones judiciales Martín Irurzun y Javier Leal de Ibarra; al secretario de esa oficina Tomás Rodríguez Ponte, y a las autoridades de la AFI Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.
"No me caben dudas que el servicio de inteligencia es un eslabón clave en toda esta urdida maniobra de escuchas y espionaje político, tal como ocurrió también en el primer tramo de esta historia, las provenientes de la causa 481/16", a cargo del juez Lijo, sostuvo Parrilli.
Tráfico de influencia
Parrilli y Mena fueron procesados por tráfico de influencia en base a la escucha de una conversación entre ambos en la que el primero le pide que interceda con sus contactos ante Casanello para evitar que éste procesara al Echegaray en la causa por lavado de dinero por la que está preso Lázaro Báez.
Mientras tenía el teléfono intervenido por orden de la jueza federal María Servini por el supuesto robo de documentación en la AFI, Parrilli recibió un llamado de Echegaray. "Me avisan que el juez tiene una versión como para procesarme. Por lo que averigüé me quiere procesar por nada", le consultó Echegaray al ex jefe de Inteligencia. En esa charla, Parrilli dijo que "no le tenía confianza" a Casanello y que quien tenía relación con él era el ex secretario de Justicia Julián Alvarez.
Luego Parrilli llamó a Mena para interceder por Echegaray: "A ver qué podes hacer, porque claro, Julián sigue teniendo contacto con él". En la conversación consideraron que Casanello era "influenciable".
Por esas conversaciones, el fiscal González le pidió al juez federal Marcelo Martínez de Giorgi que abra una investigación.