La CTA de los Trabajadores, que conduce Hugo Yasky, y la CTA Autónoma, que lidera Pablo Micheli, junto a organizaciones políticas kirchneristas y de izquierda, se movilizaron ayer a la Plaza de Mayo, donde realizaron un acto que contó con los discursos de los secretarios generales de ambas centrales gremiales, quienes llamaron a un "paro general" con o sin las tres CGT, en contra del "ajuste y el tarifazo" del gobierno de Mauricio Macri.
La protesta convocada por las dos CTA estuvo acompañada por trabajadores de los gremios enrolados en esas centrales además de La Bancaria, de Sergio Palazzo, y del Sindicato de Trabajadores de Renta y Propiedad Horizontal, de Víctor Santamaría, ambos enrolados en la CGT Azopardo (de Hugo Moyano) y la CGT Alsina, de Antonio Caló.
Bajo una garúa que hacía sentir más el frío de la jornada, una multitud colmó la mitad de la plaza e impregnó a la convocatoria de un único grito: huelga general. El pedido de los manifestantes fue retomado tanto por Yasky como por Micheli, quienes intercalaron en sus discursos fuertes críticas a la gestión de Cambiemos con el reclamo de un paro nacional, como lo exigía la multitud, pero siempre reforzando la idea de la unidad sindical con las centrales peronistas.
De espaldas a la Casa Rosada, desde el escenario también se enviaba un claro mensaje de "unidad en la lucha" en una gran pantalla led y también con la canción "Donde las águilas se atreven", de Ataque 77, que cerró el acto con el estribillo que define el planteo de las dos CTA: "Podrán pasar mil años, verás muchos caer, pero si nos juntamos, no nos van a detener".
Micheli, quien abrió el acto, manifestó: "Hacemos un llamamiento a los demás sindicatos, a las demás centrales: hay que construir un paro nacional, hay que parar el ajuste con un paro poderoso de todas las centrales".
Sobre la unidad, el líder de la CTA que se enfrentó al kirchnerismo sostuvo que si bien "no han desaparecido las diferencias" entre los dirigentes de las centrales sindicales, desde su lugar seguirá "construyendo esta unidad" porque "es una actitud madura aceptar que se puede construir en la diversidad".
A su turno, Yasky remarcó que los dos secretarios de la CTA están "dispuestos a retomar el camino de la unidad en acción con la CGT" y agregó que "esta es la unidad de los que estamos luchando para que la Argentina tenga la agenda social y haya respeto por los derechos de los trabajadores".
Por la unificación. El dirigente gremial vinculado al kirchnerismo afirmó que "el movimiento sindical se tiene que unir detrás de una única conducción: la de la clase trabajadora". "Unidos somos invencibles, aunque gobiernen las clases dominantes", sentenció Yasky, quien no perdió oportunidad de acusar a Cambiemos de "gobernar para los que tienen dinero; son parte de la Sociedad Rural y las empresas, y al pueblo se le da la espalda".
En el acto no faltó el canto "Vamos a volver", ya característico del kirchnerismo luego de la derrota electoral, y también hubo carteles que pedían la vuelta de Cristina.
Minutos previo a los discursos, se sumaron a la protesta las Madres de Plaza de Mayo, que portaban una bandera con el mensaje de que "La falta de trabajo es un delito", y también las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
En el escenario se destacaron la presencia de varios sindicalistas que no están ligados a la CTA, como Víctor Santa María (Suterh), Walter Correa (Curtidores), las seccionales de La Matanza y Quilmes de la UOM y el ferroviario Rubén Pollo Sobrero, entre otros.
En la protesta estuvieron los empleados públicos enrolados en ATE, los docentes de la Ctera, del Suteba, de UTE, de la Conadu, los metrodelegados, el Frente de Izquierda, Autodeterminación y Libertad.
También asistieron dirigentes y militantes de las agrupaciones kirchneristas como el partido Miles, de Luis de D'Elía; La Campora, el municipio de Avellaneda, Unidos y Organizados y del Frente para la Victoria.