El sindicalista Juan Carlos Schmid, uno de los triunviros de la CGT, ratificó ayer que la central obrera se movilizará y hará un paro nacional en marzo próximo mientras "no se modifiquen las consecuencias" del "enfoque económico" del gobierno, al apuntar que "la agitación de la zanahoria para adelante ya ha perdido su encanto".
"El 7 de marzo, el consejo directivo en pleno va a acompañar la marcha de los gremios industriales al Ministerio de Producción nacional por el deterioro que hay acerca del empleo", sostuvo Schmid.
Asimismo, el dirigente consignó: "Hay datos cruzados entre lo que recogemos de los sindicatos confederados y lo que dicen las propias autoridades del gobierno".
Por su parte, el jefe del Sindicato de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, sostuvo que a la CGT no la "reta nadie" ni le "falta el respeto ningún presidente", al defender el triunvirato concebido para la reunificación de la central obrera.
"No permito, si hablo con seriedad y respeto, que me vengan retar o llamarme la atención como a un chico. Las cosas se hablan como corresponde", añadió el referente sindical.
En tanto, Schmid descartó vinculaciones respecto de la coincidencia de esa fecha con la citación judicial a la ex presidenta Cristina Kirchner para prestar declaración indagatoria en la causa Los Sauces, al apuntar que se trata de una "cuestión casual".
"Estuvimos discutiendo mucho la fecha", dijo e hizo un repaso del calendario: "El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer y habrá un paro mundial de una hora por la problemática femenina y género".
"Si la hacemos el 7 de marzo, es porque es el 7. Si la hacemos el 8, es porque es el Día Internacional. Si la hacemos el 9, es porque es el Día de la Mandarina", ironizó el sindicalista.
Sobre el paro de "finales de marzo", señaló que será "con movilización, seguramente a partir de las 12 ó las 14", aunque resta definir el "escenario político".
Asimismo, Schmid justificó la suspensión del "diálogo tripartito" con el gobierno y empresarios en la falta de "apego al compromiso que se firma en la mesa y que, después, se desconoce en los hechos".
"Lo que estamos cuestionando es el enfoque económico, que no está dando resultados: estamos todavía en recesión, no hay elevación del consumo y no hay moneda en el bolsillo de la gente. Esto es lo que notamos", subrayó.
Pese a aclarar que la CGT está "abierta" a dialogar con el gobierno, el gremialista alertó que "hay una situación de deterioro y ya habido muchas expectativas".
"La economía se mueve con las señales. Este tema de la agitación de la zanahoria para adelante ya ha perdido su encanto", afirmó Schmid.
Al respecto, el dirigente concluyó: "En tanto y en cuanto no se modifiquen las consecuencias que están teniendo las medidas económicas, se va a ratificar la protesta que hemos decidido".
Por su parte, Lingeri indicó que el triunvirato "no quiere" que en la CGT "se incorpore el problema político", al pedir que los "legisladores" de extracción sindical "vayan a hacer política al Parlamento y al partido".
"Dentro de la CGT, que se dediquen a defender los problemas de los trabajadores", subrayó el gremialista.
Asimismo, afirmó que el gobierno de Mauricio Macri "va a tratar de ir mejorando, creando y buscando la generación de empleo", tras lo cual aclaró que "todos tenemos que poner un poco para poder solucionar la coyuntura".
Adhesión local
En tanto, el Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario ratificó su respaldo a la medida de fuerza, según adelantó Antonio Ratner, secretario general del gremio.
Lo propio hicieron los ceramistas, la UOM Rosario, el Sindicato Químico, la Juventud Sindical Peronista, Obras Sanitarias y los trabajadores de la sanidad afiliados a Atsa.