Horacio Quiroga, el ex empleado de Lázaro Báez que había denunciado al detenido empresario kirchnerista en medios de comunicación, falleció en un "accidente doméstico" al presuntamente resbalar en la ducha del baño, informaron fuentes de la Policía Federal.
Según el informante, el ex director de compañías del dueño de Austral Construcciones "se estaba duchando, resbaló en la bañera y golpeó la cabeza contra un elemento del cuarto de baño", lo que le provocó un traumatismo mortal.
"El hijo de 10 años, que vive con él, llamó por teléfono" a su madre para pedir auxilio, trascendió. A través de la página web de la Procuración General se indicó que "los investigadores no descartan ninguna hipótesis y señalaron que Quiroga, de 65 años, poseía serios problemas respiratorios".
El hecho ocurrió en el departamento que ocupaba Quiroga en la avenida Callao al 1100 (en el barrio de Recoleta) y el cadáver fue trasladado a la morgue judicial para la realización de la autopsia en el marco de una causa inicialmente caratulada "muerte dudosa".
Su deceso generó suspicacias en medio de los avances que tuvo la causa por lavado de activos conocida como "la ruta del dinero K" en las últimas semanas, luego de la aparición del video de La Rosadita —que derivó en la cárcel y el procesamiento para el empresario Báez y otros— y de las palabras del intermediario e imputado protegido Leonardo Fariña, que al convertirse en arrepentido dijo que temía por su vida y que al kirchnerismo le convenía la muerte del dueño de Austral Construcciones.
Quiroga había declarado, en una entrevista que dio a la revista Noticias, que en las empresas de Báez vio cómo contaban siete millones de dólares que le habría transferido el ex presidente Néstor Kirchner.
También declaró en la causa por la "ruta del dinero K" en setiembre de 2013 ante el juez Sebastián Casanello, donde ratificó aquellas afirmaciones hechas en la revista, y dio detalles de su relación con Lázaro Báez, tras aclarar que tenía un juicio laboral con empresas ligadas a Austral Construcciones.
En aquel momento Quiroga también apuntó al contador Osvaldo Sanfelice, "una persona —dijo— que todos sabíamos que era de mucha confianza del presidente Néstor Kirchner", al señalar que después de una reunión de éste y el empresario santacruceño hoy detenido se recibieron importantes fondos para hacer negocios petroleros.
Contó además que "el dinero ingresó el 10 de octubre (de 2010), lamentablemente el 27 fallece el ex presidente Kirchner y yo soy despedido el 9 de noviembre, por lo tanto no transcurrió un tiempo suficiente de disposición de los fondos de Austral para que yo pudiera sospechar de alguna irregularidad".
"Yo recibí una licencia por enfermedad el 5 de noviembre y a los tres días me avisaron que estaba despedido", amplió. Y precisó que le mandó una carta a la entonces presidenta Cristina Fernández pidiéndole una entrevista para alertarla sobre esta situación, pero el tema quedó en manos del secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien "tampoco" lo atendió, le dijo al juez.
En su declaración, Quiroga también refirió que sufría problemas psicológicos, como "ataques de pánico y estrés", por la responsabilidad de que le implicaba su condición de presidente y representante legal de Epur y Misahar, del grupo Austral Construcciones, hasta que fue despedido sin causa.
A manos de la fiscalía. Según se informó a través de la página de noticias de la Procuración General de la Nación, "la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº2, a cargo de Santiago Vismara, interviene en la investigación de la muerte de Horacio Quiroga, ex director de Epur SA y Misahar SA hasta noviembre de 2010, dos empresas petroleras propiedad de Lázaro Báez".
En el domicilio se encontraba el hijo de diez años de Quiroga quien, ante este episodio, "habría llamado por teléfono a su madre, ex esposa de Quiroga", relató el portal, difiriendo con las fuentes policiales en cuanto al destino de la llamada. De acuerdo a esa información, "la mujer llegó al lugar junto a otros dos hijos mayores del empresario e intentaron reanimarlo, mientras esperaban la llegada del Same y el personal policial". La carátula de la investigación, en la que intervienen la comisaría 17 y el Juzgado de Instrucción 30, es "muerte dudosa".