Funcionarios nacionales volvieron ayer a denunciar la existencia de grupos ligados al kirchnerismo que buscan el "fin" o la "deslegitimación del gobierno", aunque consideraron que esos referentes "cada vez están más aislados" y por lo tanto en el oficialismo dicen que no están "preocupados".
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, interpretó que tras los "piquetes y marchas permanentes" de algunos sectores se esconde la intención de desgastar a la Casa Rosada, aunque resaltó: "Es una historia que empezó aparentemente fuerte, pero se va debilitando por sí misma".
En esa sintonía, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, insistió en alertar que "hay un sector muy minoritario" de la dirigencia política que quiere que "el gobierno se vaya lo antes posible" y se quejó de que los "dirigentes más importantes del kirchnerismo no salen a desmentirlo".
El jefe del bloque de senadores del PJ-FpV, Miguel Angel Pichetto, salió a distanciarse de las prácticas radicalizadas de sectores cercanos al kirchnerismo, que protagonizaron la Marcha de la Resistencia en Plaza de Mayo contra la Casa Rosada.
El legislador razonó que el concepto de "resistencia" que utilizan esos sectores no es "propio de un sistema democrático en donde el pueblo ha votado", tras asegurar que "el peronismo no está en estos espacios críticos radicalizados" (ver página 16).
Desde La Cámpora, agrupación que marchó junto a las Madres de Plaza de Mayo bajo la consigna "Por el derecho a trabajar, resistir sin descansar; Cristina conducción", el diputado Andrés Larroque desafió: "Si hay un plan desestabilizador lo motoriza la política económica de este gobierno".
De esta manera, el legislador opositor salió al cruce de los cuestionamientos de Frigerio, quien alertó que "un sector de la dirigencia" kirchnerista busca que el presidente Macri "se vaya con su gobierno cuanto antes".
"El plan desestabilizador lo lleva adelante el gobierno que desestabiliza la vida de los trabajadores, de las familias, de las pymes, comerciantes y de empresarios nacionales", sostuvo Larroque.
El dirigente kirchnerista invitó a "Macri a que revise sus políticas" y aclaró que la Marcha de la Resistencia convocada por la Madres de Plaza de Mayo con el apoyo de las agrupaciones kirchneristas "lo tiene que tomar con absoluta naturalidad y lo tiene que entender como parte del funcionamiento de la democracia".
Bullrich advirtió sobre la existencia de grupos que buscan el "fin" o "la deslegitimación del gobierno" con "marchas y piquetes permanentes", aunque advirtió que muchos de ellos "cada vez están más aislados y son menos".
La ministra estimó que "en el mismo kirchnerismo" hay referentes que "se van alejando de estas prácticas extremas, que en algunos casos tienen la intención de plantear el fin del gobierno" y aseguró que la protesta de esos sectores radicalizados "cada vez es más escuálida".
"(Ese sector) se va cocinando en su propia salsa, porque cada vez está más gritón, más violento, pero a la vez mas escuálido, con lo que demuestra que es una estrategia que aparentemente gana la calle pero, en definitiva, día a día la va perdiendo porque son menos los que adhieren a esta estrategia", remarcó.
Consultada acerca de este tipo de manifestaciones, Bullrich respondió: "Creemos que hay una protesta que busca una deslegitimación del gobierno como si las cosas no hubieran cambiando; sin entender que hay otra filosofía, otra política y habiendo asumido en una situación muy compleja que el gobierno anterior que la produjo no se hace cargo".
Al preguntársele si en Cambiemos creen que hay sectores del kirchnerismo que buscan el fin de esa administración, Bullrich resaltó: "Lo dicen ellos, todo el tiempo lo están diciendo".
No obstante, expresó que "eso es imposible" porque el gobierno "está firme" y cada día "se está fortaleciendo con un equipo trabajando en cada uno de los rincones del país".
Por su parte, Frigerio volvió a alertar sobre el supuesto plan desestabilizador del kirchnerismo, aunque se manifestó convencido de que "la gran mayoría de la dirigencia en la Argentina apuesta a la gobernabilidad".
Bullrich: "No hay que entrar en el juego de ninguna provocación"
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó ayer que el protocolo antipiquetes funciona para desalojar autopistas y territorios federales pero ratificó que las fuerzas están actuando "con prudencia" porque, dijo, "hay quienes buscan" que el gobierno tenga un "problema" y por ello no hay que "entrar en el juego de ninguna provocación".
Por otra parte, la funcionaria destacó que el "90 por ciento" de las amenazas contra el presidente Mauricio Macri y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, "ha sido esclarecido" y destacó que detrás de esas intimidaciones "no hay un patrón, ni una organización, sino que son cosas dispersas".
"Investigamos cada una de las amenazas; antes no pasaba nada, pero ahora el que amenaza tiene consecuencias tanto penales como económicas", advirtió.
La funcionaria aseveró que a raíz de uno de los casos "hay que hablar con los papás ya que hemos encontrado a chicos de 13, 14 años llamando al 911 para amenazar; también en esto estuvieron involucradas personas con problemas de angustia o soledades y algunos casos políticos, los menos".
"Hoy muchas de esas personas están bajo proceso judicial y algunas están encarceladas. Se paga por usar los servicios esenciales que tiene el país para amenazar, no podemos vivir en un país con amenaza", resaltó la funcionaria nacional.
Protocolo. Bullrich confirmó que el llamado protocolo antipiquetes está en funcionamiento para desalojar autopistas y territorios federales. Sin embargo, señaló que las fuerzas de seguridad deben actuar "con prudencia y sabiendo que hay quienes lo que buscan es que nosotros tengamos un problema".
"Por eso —puntualizó— nosotros actuamos con enorme prudencia cuando actuamos; firmes pero prudentes".