El director nacional electoral, Fernando Alvarez, aseguró ayer que "nunca se detuvo el conteo de votos" en las Paso del 13 de agosto, como denunció el kirchnerismo, y calificó como "impecable" a la jornada electoral que concluyó con un virtual empate técnico entre el oficialismo y Unidad Ciudadana.
"Hacia fines de esta semana" terminará el escrutinio definitivo en la provincia de Buenos Aires, confirmó Alvarez, y se podrá determinar si ganó la lista del primer candidato a senador nacional de Cambiemos, Esteban Bullrich, o si lo hizo la ex presidenta Cristina Kirchner.
Además, aseguró que "toda la jornada de las Paso fue impecable, tanto en la colaboración de la gente como de los actores que participaron: el comando (general electoral), el Correo y la Justicia Electoral".
En tanto, el jefe del bloque del Frente para la Victoria (FpV) en la Cámara de Diputados nacional, Héctor Recalde, advirtió que se vivió una "semana de terror republicano" a causa de las supuestas irregularidades en el recuento de votos de las Paso y la suspensión del camarista Eduardo Freiler, por parte del Consejo de la Magistratura.
En ese marco, el director nacional electoral afirmó que "el escrutinio transcurrió con absoluta normalidad" y argumentó que "en las últimas horas (antes del cierre del recuento) hay un amesetamiento lógico, normal" en la carga de datos, desde los diferentes municipios.
"Pero, en el momento de mayor carga de datos, hemos estado 15 ó 16 puntos por encima de 2013. Este año, a la 1 del lunes 14 de agosto, ya se había escrutado el 78 por ciento de los votos, contra el 62 por ciento de 2013", comparó.
Argumentos
El funcionario precisó que "nunca se detuvo el conteo" y aclaró: "Después de ese gran flujo de información, el número de telegramas se reduce de manera muy significativa y no llega a la totalidad. Ocurre que una serie de telegramas tiene que queda excluida por propia exigencia de la legislación electoral".
"Si (en las generales de) en octubre próximo hay una elección reñida en cualquier distrito, tendremos que esperar al escrutinio definitivo", advirtió Alvarez.
Por su parte, Recalde enfatizó: "Fue la semana del terror republicano, con lo que ocurrió el 13 de agosto y lo que pasó en el Consejo de la Magistratura. Estamos en el camino de no tener más seguridad jurídica, y es lo que denomino como una República devaluada".
El legislador aseveró que "todo el triunfalismo que exhibió el Gobierno durante las elecciones fue un show, porque dos de cada tres personas votaron en contra del actual plan económico" en las primarias.
Luego, el abogado laboralista volvió a referirse a la embestida de la que fue objeto por parte del presidente Mauricio Macri al señalar: "Cuando me llamó «jefe de la mafia», al principio me provocó asombro y después me dio bronca, porque es un insulto gratuito sin posibilidad de respuesta. No tengo la posibilidad de comunicación de un mandatario".