El fiscal Miguel Moreno pidió una condena de 16 años de prisión para un mecánico que en marzo pasado mató de tres puñaladas a un hombre de 33 años con el que había compartido un asado tras arreglarle el motor de su camioneta, en Villa Gobernador Gálvez. Según testigos, la fatal discusión se inició cuando uno de ellos insultó a la madre del otro. El acusado dice que la víctima le arrojó una piedra que le fracturó el pie, que luego intentó atacarlo con un cuchillo y que él lo hirió al defenderse en un forcejeo. Por eso su defensa solicitó que sea sobreseído por actuar en legítima defensa.
En tanto, el fiscal Miguel Moreno solicitó que se condené a Kevin Gabriel Gómez, de 21 años, quien se entregó dos días después del crimen y desde entonces estuvo detenido, a 16 años de prisión por homicidio simple.
En esta instancia quedó la causa por el crimen de Sebastián Rojas tras la audiencia preliminar que se realizó ayer ante el juez Luis María Caterina, quien ordenó el inicio del juicio oral y público, que el acusado quede en libertad y que se presente a firmar dos veces por semana en la Oficina de Gestión Judicial antes de usar una tobillera electrónica.
El homicidio ocurrió el 19 de marzo pasado a las 2.30 de la madrugada frente a una casa de La Plata y la ruta S 22, que es la continuación de la avenida San Martín de Rosario en Villa Gobernador Gálvez. A la mañana un vecino había ido a buscar a Gómez a su casa del sur rosarino para que le arreglara el motor de una chata a Rojas. El mecánico trabajó hasta la tarde y cuando terminó de reparar el motor, la esposa de la víctima le pagó 300 pesos con el compromiso de entregarle otros 300 la semana siguiente.
La familia de Rojas comenzó entonces a organizar un asado. Cerca de las 18.30 compraron falda y un cajón de cervezas y se reunieron en la casa de su vecino. Allí se quedaron hasta que a las 23 la mayoría de los comensales se fueron a dormir. Rojas se quedó conversando con Gómez, a quien no conocía de antes. Junto a ellos estaba un vecino al que le dicen Quina, que se durmió en una silla. Cerca de las 2.30 la dueña de casa escuchó una discusión y fue a ver qué pasaba. "Estaba Sebastián con ropa con sangre y detrás venía Gómez con un cuchillo ensangrentado. Sebastián dijo que se sentía mal, cayó sobre una silla y fui a avisarle a la esposa", contó la mujer.
Un agravio previo
Al desvanecerse sobre la silla, parte del cuerpo de Rojas cayó encima de su vecino y lo despertó. "Quina, me pegó", alcanzó a contarle. Durante la tarde, según contó este hombre que sí conocía de antes al mecánico, ya había ocurrido un incidente entre la víctima y el acusado cuando éste "hizo un comentario" agraviante sobre la madre de Sebastián, que le contestó "que no se zarpe" y "la cosa quedó ahí".
A los pocos minutos del ataque llegó la esposa de Rojas, quien lo vio aún consciente pero sin entender lo que decía. Como la ambulancia no llegó llevaron al herido en el auto de un vecino hasta el hospital Roque Sáenz Peña donde constataron que tenía tres heridas de arma blanca y murió a poco de llegar. La autopsia arrojó un taponamiento cardíaco a causa del desangrado.
Gómez, en tanto, se fue del lugar y se presentó a los dos días en la Fiscalía de Homicidios. En su declaración contó que discutieron, que Sebastián le arrojó una piedra que le fracturó un hueso del metatarso y luego esgrimió el cuchillo. Así, en un forcejeo, él le pegó dos puñaladas, dos de frente y "para darle la de la espalda cruzó la mano por detrás".
El defensor particular de Gómez, Mariano Romero, remarcó que su cliente no tenía conflictos previos con la víctima, que se defendió de un ataque y que toda la tarde intentó que lo llevaran de regreso a su casa pero Rojas se negaba. Adujo que la víctima estaba alcoholizada y que las puñaladas fueron "en el fervor de la lucha". Por eso pidió el sobreseimiento por actuar en legítima defensa. El juez no hizo lugar a este pedido pero le otorgó la libertad.
Para el fiscal Moreno los testimonios no dan cuenta de una legítima defensa sino de un homicidio doloso por el que pidió que el caso llegue a juicio oral. Luego de escuchar las pruebas propuestas por las partes, que admitió en su totalidad, el juez dispuso el inicio del debate en una fecha que aún se debe fijar.