En el dictamen de apelación que analizó el homicidio, la camarista Carolina Hernández (encargada de redactar el primer voto) indicó que "no puede admitirse la crítica que se hace de que la operación fue apresurada y/o negligente y/o inadecuada". Y evaluó que ese procedimiento se realizó "conforme a los criterios médicos y científicos que se indicaban por la complejidad y urgencia del caso". Asimsmo valoró que "no puede receptarse el agravio referido a la intervención quirúrgica de Ruíz como causal de su deceso" y que "si no hubiera existido la agresión con arma blanca de parte de Reynoso produciéndole las comprobadas lesiones, Ruíz no hubiera sido asistida, no hubiera tenido que ser trasladada al hospital ni hubiera tenido que ser intervenida, ergo no hubiera fallecido". El forense informó como causa de muerte "descompensación hemodinámica post múltiples heridas de arma blanca". Por ello "el desenlace fatal reconoce una génesis y etiología en la acción agresiva que emprende Reynoso contra Ruíz".