El 22 de agosto de 1997 el entonces gobernador de la provincia Jorge Obeid y el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, crearon por el decreto 1359 la Unidad Especial de Asuntos Internos de la policía a fin de "controlar las operaciones destinadas a prevenir y combatir las actividades ilegales cometidas por personal policial y faltas administrativas graves". Haciendo caso omiso a esas funciones, en la Delegación Rosario una comisaria principal agredió brutalmente a otra oficial. Ocurrió en julio de 2015 y para las abogadas Marisa Díaz y Sofía Superti, quienes actúan como querellantes, "los caminos que tomó el expediente son confusos y la causa no tiene avances, con lo que esta falta grave todavía ni siquiera fue sancionada".
Pelea y agresión. El 17 de julio de 2015 la comisaria María del Valle Fernández mantuvo una discusión por temas de trabajo con quien subrogaba el cargo de subdelegada del área en la zona sur, la comisaria Estela González. Según la víctima, el conflicto se originó cuando ella, tras insistir ante su jefa acerca de la necesidad de enviar a tiempo unos documentos a Tribunales, fue a pedir a la Sección Logística un vehículo oficial para llevar esos expedientes. Pero al parecer, a González esa situación le pareció errada y llamó a Fernández a su oficina para explicar su accionar.
En diálogo con La Capital, Fernández contó: "Esta mujer se creyó la dueña de la oficina. Me dijo que si me parecía bien mi decisión, cuando yo le pedí tres veces que mandara los papeles a Tribunales, y me comenzó a gritar. Me levanté del escritorio y ella fue detrás de mí, me tomó de un brazo y me zamarreó mientras me insultaba. Me dejó un brazo muy golpeado. Me saqué fotos de las lesiones e hice la denuncia en la Fiscalía de Violencia Institucional, a cargo de Karina Bartocci, ya que en Asuntos Internos no me la iban a tomar. Luego la denuncia recayó en la fiscal Maríangeles Lagar, de Investigación y Juicio, pero no sé por qué pasó a esa fiscalía", planteó la uniformada.
En el ir y venir de las denuncias y mientras la causa no se movía, María del Valle Fernández fue trasladada a Relaciones Públicas de Jefatura, lugar en el cual se siente "fuera del lugar original", y cuenta: "De los 26 años que llevó en la fuerza la mitad estuve en Asuntos Internos. Entonces me sancionaron sacándome de allí y a González la ascendieron y ahora es subdelegada con nombramiento oficial".
La víctima realizó distintas presentaciones: "Fui a la Defensoría del Pueblo y allí me tomaron la denuncia pero me dijeron que administrativamente deben aguardar la resolución de la Fiscalía judicial".
Cambio de fiscal. En abril de este año Fernández, angustiada y cansada de esperar que la situación se aclare, decidió contratar a las abogadas Sofía Superti y Marisa Díaz, quienes se concentraron en los avances del expediente. "A mediados de mayo averiguamos como estaba la causa y nos enteramos que pasó de la Fiscalía de Violencia Institucional a cargo de Bartocci a la de Investigación y Juicio a cargo de Lagar, y hasta ahora no sabemos por qué esa derivación".
Cuando en junio de este año las letradas se entrevistaron con Lagar, la fiscal les explicó que "hacía dos días que tenía el expediente, es decir que pasó casi un año y el expediente ni se movió", se asombraron.
Sorpresa y sospecha. Las abogadas activaron la causa y aportaron testigos que respaldan las denuncias de Fernández, pero algo las sorprendió en momentos de la declaración testimonial a un agente de Asuntos Internos. "El día que el agente fue a declarar lo que había visto, los dos jefes de la repartición, Aníbal Candia y Julián Aranda, estaban en Fiscalía. Y al ver al testigo lo saludaron palmeándole la espalda, algo al menos curioso, ya que nada tenían que hacer allí", dijo Díaz.
Finalmente la querella logró que se constituya una audiencia imputativa el 6 de julio pasado, cuando se produjo otra situación "muy discutible desde la ética y la función". Ese día "asistieron Aníbal Candia y otra persona que no pudimos identificar, en claro apoyo a González", dijo Marisa Díaz. Por el momento la querella supone que Estela González fue imputada de lesiones, pero no lo saben de forma concreta ya que no fueron informadas por la Fiscalía.
En tanto, María del Valle Fernández está angustiada y sin saber qué sucederá con su trabajo. "Quiero que se haga Justicia y que me reintegren a Asuntos Internos. Si lo que pasó en mi oficina hubiera sucedido en una comisaría cualquiera, la agresora ya estaría con un sumario y un grave problema legal. Pero en Asuntos Internos, que es donde debemos dar el ejemplo, parece que no pasa nada y la perjudicada soy yo".