Una travesti de 36 años apareció asesinada ayer al mediodía en un camino rural que divide los municipios de Pérez y Rosario, a mitad de camino del barrio Cabín 9 y el camping del Sindicato de Camioneros. El cuerpo no fue reconocido hasta entrada la noche cuando una amiga de la víctima, al no recibir respuestas a sus llamados, se acercó al Instituto Médio Legal y la reconoció como Pamela Tabares, quien presentaba al menos cinco impactos de arma de fuego. En el lugar se hallaron seis vainas servidas calibre .380, por lo que se presumía que el crimen había sido cometido en el lugar, hasta ocho horas antes del hallazgo.
El crimen es investigado por el fiscal de Homicidios Rafael Coria, quien al cierre de esta edición esperaba la identificación dactiloscópica del cadáver a fin de reconstruir los últimos momentos de la víctima y así orientar la pesquisa.
Pero fueron referentes del Programa "Estación", que la Municipalidad de Rosario lleva adelante con personas afectadas por el consumo problemático de estupefacientes, quienes explicaron a este diario que la joven "participaba del mismo; estaba en situación de calle, lo que no significa que dormía en la calle sino que no tenía un domicilio fijo; tenía problemas con las drogas e iba a ser incluida prontamente en un plan de formación en oficios para facilitarle su inclusión social".
Según confirmaron fuentes policiales y judiciales, el cuerpo de la travesti fue hallado alrededor de las 12 de ayer tendido boca arriba sobre la prolongación de calle El Chajá, que marca el límite norte del barrio Cabín 9. Se trata de un camino de tierra bordeado por campos y cañaverales que divide Rosario de Pérez.
El cadáver estaba en un sitio donde confluyen las subcomisarías 22ª del barrio rosarino Santa Lucía, la sub 18ª de Cabín 9 y la seccional 22ª de Pérez. Unos 400 metros al este se encuentran las viviendas más cercanas y hacia el oeste, la primera construcción, ubicada a unos 500 metros es el camping de Camioneros.
Por ese lugar poco transitado pasó una persona en bicicleta que al ver el cuerpo llamó a la comisaría 22ª para dar cuenta de que había una mujer tendida y "descompuesta" en la vía pública. Al lugar llegaron efectivos de la subcomisaría 18ª que constataron que la persona estaba muerta y luego arribó personal del Gabinete Criminalístico de la Policía de Investigaciones (PDI) para realizar pericias varias.
La travesti estaba vestida con calzas, una remera, una campera y botas. Su rostro estaba maquillado y a un costado del cuerpo había una peluca. Según detalló el fiscal Coria, el cuerpo "presentaba al menos cinco impactos de arma de fuego: algunos en las piernas, uno en el pecho y otro que parece haberle ingresado por la nariz y sería el que le causó la muerte".
Las seis vainas servidas calibre .380 halladas en la escena del crimen hacen presumir que el homicidio ocurrió en el lugar del hallazgo. Y una estimación preliminar dató la muerte hasta ocho horas antes, lo que abre la posibilidad de que se haya cometido alrededor de las 4 de la mañana.
Sin testigos
En principio, los investigadores descartaban que haya habido algún testigo ocular del episodio, teniendo en cuenta que en la zona no hay vecinos y que el camino es poco transitado, especialmente a la madrugada.
Respecto de la identidad de la travesti, entre sus pertenencias había una cartera pero de la primera revisión no surgió documentación por lo cual en un primer momento se esperó identificarla por las huellas dactilares, aunque después todo se aclaró con el reconocimiento que hizo una amiga de la víctima..
Entre las medidas ordenadas por Coria está el relevamiento de las cámaras de vigilancia ubicadas en el camping de Camioneros y de la empresa Transener que, si bien está más alejada, también podrían arrojar alguna pista sobre vehículos que hayan transitado la zona.
"Por ahora tenemos los datos que se desprenden de cómo fue hallado el cuerpo. Por eso ahora necesitamos saber quien es la víctima para entonces reconstruir los últimos momentos para intentar dilucidar qué pudo haber pasado", sostuvo el fiscal, alrededor de las 14.30, luego de inspeccionar la escena del crimen.