Cuatro presos que participaron de una resonante fuga de la ex alcaidía de Jefatura el 28 de febrero de 2010, cuando 17 internos escaparon por el portón principal en una chata de Economato, obtuvieron una reducción en sus condenas. Los detenidos habían recibido penas a 4 y 5 años de cárcel tras un juicio escrito. Ese fallo fue apelado y ahora tres jueces de segunda instancia las rebajaron a 8 meses de prisión, a la vez que confirmaron las condenas a 3 años de prisión condicional impuestas a dos policías por facilitar el escape.
La razón de la rebaja en las penas a los cuatro detenidos es que los condenaron por evadirse al advertir la barrera levantada, pero no por otros delitos que precedieron al escape como los robos de armas oficiales y la privación de la libertad de un celador. Esa actividad sólo fue endilgada a cinco de los presos evadidos, quienes admitieron haber "comprado" su salida mediante un acuerdo con la guardia.
El fallo fue emitido por los camaristas Guillermo Llaudet, Daniel Acosta y Javier Beltramone tras las apelaciones de un grupo de internos y dos policías interpuestas por la defensora oficial Claudia Beneite y los abogados particulares Héctor Pérez, Enrique Sirio, Ignacio Carbone y Nelson Flores.
La fuga masiva ocurrió cuando 17 internos aprovecharon la llegada de una camioneta de Economato con las raciones de la cena para reducir a un policía, desarmarlo y escapar en la chata por el portón abierto, a los tiros y agitando una bandera de Newell's.
En la huida atropellaron a un policía y se tirotearon con otro que resultó herido con perdigonadas. Otros veinte internos que no lograron escapar tomaron a un celador como rehén durante tres horas hasta que una negociación con acuerdo de traslados destrabó el conflicto.
En octubre de 2015 el juez de Sentencia Julio Kesuani condenó a trece presos recapturados a penas de 4 y 5 años por la evasión y porque, antes de salir, robaron dos armas oficiales y privaron de la libertad a uno de los policías. Los delitos que les endilgaron entonces por la escandalosa fuga fueron los de evasión, robo automotor, robo agravado, privación ilegítima de la libertad, abuso de arma y resistencia a la autoridad.
El rol de los guardias
En el mismo fallo tres policías fueron condenados a 3 años de prisión condicional por favorecimiento doloso de evasión. Se trata del suboficial principal Bernardo Leiva, el agente Diego Cáceres y el agente Jorge Samuel Ojeda.
Leiva es el policía que manejaba la camioneta de Economato, implicado por ingresar con un arma a los pabellones. Cáceres era el guardia del pabellón 1, fue reducido con el arma de Leiva y condenado porque los presos hablaron de un "arreglo" con el celador.
A Ojeda, custodio del pabellón 3, se le reprochó haber mantenido abiertos los dos portones y la barrera de acceso levantada para permitir la fuga. Además de no haberle avisado a Cáceres que le había permitido a salir a un patio al interno que lo redujo.
Los jueces de segunda instancia ahora ratificaron las condenas de Cáceres y Leiva. A Ojeda se la habían confirmado a comienzos de mes los camaristas Carolina Hernández, José Luis Mascali y Carlos Carbone.
Los presos a los que les rebajaron la condena a 8 meses de prisión fueron cuatro: Carlos Javier Ledesma, inicialmente sentenciado a 5 años; Víctor Raúl Ñañez, que había recibido 4 años; Eduardo Aníbal Mantaras, a quien le habían impuesto 4; y Oscar Gregorio Caminos, que también había recibido 4 años en baja instancia.
Este último, primo del asesinado Roberto "Pimpi" Caminos, fue condenado en 2013 a 13 años de prisión por el homicidio de Francisco Ponce, ocurrido en octubre de 2008 en Las Flores. En tanto que a un quinto preso acusado, Juan Fernández, le aplicaron 2 años y 8 meses de prisión por evasión y robo simple.
el escape. Por este portón de Francia 5200 se concretó la huida de la alcaidía, en febrero de 2010.