Javier Jeremías Espinoza Bullón, el muchacho de 22 años acusado de haber disparado el tiro mortal que dos años atrás terminó con la vida de Francisco Calvano, escuchó con tranquilidad el pedido de prisión perpetua que hizo el fiscal Ademar Bianchini en su alegato final del juicio en el que se evalúa la conducta penal del joven. El mismo requerimiento formularon los abogados querellantes, Antonio Ramos y Walter Calenta, mientras que la defensora pública que asiste al muchacho, María Eugenia Carbone, pidió la absolución de su pupilo basada en la invalidez del procedimiento en el que fue detenido Espinoza Bullón y secuestrada el arma criminal.
Según el responsable de la acusación, todo ocurrió la noche del 22 de noviembre de 2014. Aquel día Juan M., de 77 años, llegó en un Renault Clío a su casa de Virasoro al 1500. Cuando ingresaba a la cochera fue emboscado por dos pibes. "Cuando estaba cerrando dos jóvenes empujaron el portón y se metieron adentro. El joven acusado lo apuntó con un arma a la cabeza y le dijo «dame la plata y el celular». Juan M. le entregó la billetera y le dijo que no tenía celular", relató Bianchini.
Gritos y un disparo. Todo eso fue advertido desde la planta alta de la casa por la esposa del jubilado, quien comenzó a gritar y llamó al 911. "Por favor, vengan a Paraguay y Virasoro, dos tipos le robaron a mi marido y le dispararon a la mujer que vive enfrente", voceó a la operadora policial. Pero la anciana de 86 años que vive enfrente no fue alcanzada por ningún proyectil sino su hijo, Francisco Calvano, quien la visitaba para darle la medicación.
Los alaridos de la esposa de Juan M. pusieron en fuga a los maleantes. Y Calvano, que había visto el atraco desde el balcón de la casa de su madre, le gritó a los ladrones que llamaría a la policía. Entonces Espinoza Bullón, según el fiscal, se dio vuelta y disparó. "Le tiró para que cesaran los gritos y así procurar la impunidad", dijo el fiscal.
Tras su alegato Bianchini pidió la pena de prisión perpetua para Espinoza Bullón por robo calificado por el uso de arma de fuego apta para el disparo y homicidio críminis causa.
Ayer Bianchini exhibió tres pruebas para atribuirle la autoría del crimen a Espinoza Bullón. La vaina servida encontrada debajo del balcón de la casa donde estaba la víctima se corresponde con la pistola calibre 22 encontrada en poder del imputado al ser detenido una semana después del hecho; el cotejo de la palma de la mano del acusado se corresponde con una huella encontrada en el portón de la cochera de Juan M.; y el señalamiento de la víctima del robo de Espinoza Bullón como el autor del disparo mortal en una rueda de personas realizada en Tribunales.
A su turno, el abogado querellante Antonio Ramos indicó que las pruebas para condenar a Espinoza son el hallazgo de la vaina servida en la escena del hecho y la confesión del imputado, que admitió haber estado en el lugar del cruento suceso. "Esta sociedad está convulsionada por dos delitos: las entraderas y los homicidios que deben ser severamente reprimidos", sostuvo. Afirmó que "Calvano murió salvando a su vecino" y finalizó diciendo: "Señores jueces, es tiempo de justicia".
Frente a ellos estaban los jueces Mónica Lamperti, Alejandro Negroni y Héctor Núñez Cartelle, quienes escucharon a la defensora oficial pedir la desvinculación del joven acusado por el beneficio de la duda. La sentencia se conocerá en los próximos días.