Un hombre de 60 años fue secuestrado en la ciudad bonaerense de Florencio Varela por una banda que lo tuvo cautivo siete días en una casa detrás de un ropero hasta que fue liberado luego de que su ex mujer vendiera una camioneta y pagara 230.000 pesos como rescate. Si bien se conoció ayer, fuentes judiciales confirmaron que el hecho se desencadenó el sábado 10 de este mes y culminó el sábado último con la aparición de la víctima en la localidad de Longchamps.
Para los investigadores no fue un secuestro extorsivo común, no sólo por lo prolongado del cautiverio, sino también por otras cuestiones. Por eso se investigan varias hipótesis, entre ellas que los delincuentes se hubieran equivocado de víctima.
Error. Todo comenzó Alfredo José Miranda, contratista de la construcción y fletes, iba en su camioneta Toyota Hilux a una fiesta de la comunidad boliviana en el barrio Kilómetro 26, en Florencio Varela. Según contó a los pesquisas, fue interceptado, bajado de su camioneta, traspasado a un auto -podría ser un Renault Laguna- y llevado vendado a un sitio de cautiverio. "Le dijeron que sabían que tenía varios camiones y eso no es cierto. No descartamos que se hayan equivocado de víctima y pensado que era un comerciante de fruta y verdura", dijo un vocero judicial.
Miranda contó que lo tuvieron siete días tirado en el piso, detrás de un ropero y con un pie encadenado. Los captores se comunicaron con su familia y exigieron un rescate de medio millón de pesos. El hombre les explicó a los secuestradores que era imposible para su entorno reunir ese dinero y que lo único valioso que tenía era la camioneta.
Los delincuentes decidieron devolver a la familia la camioneta de la víctima para que la vendieran y obtener el dinero de la venta como rescate. Entonces dejaron abandonada la 4X4 en el Parque Pereyra Iraola de Berazategui y llamaron para reportar su ubicación.
Como el vehículo estaba a nombre de la ex mujer del contratista, ella debió concretar la venta por 230 mil pesos para pagar el rescate. El pago se concretó la noche del sábado en el barrio Pepsi de Varela. Tras cobrar el rescate, Miranda fue liberado en Longchamps, desde donde caminó hasta una remisería para regresar a su casa.
Pese a los siete días de cautiverio estaba en muy buen estado emocional y de salud. "Investigamos todas las hipótesis. Nos centramos en las actividades y relaciones de la propia víctima para ver si tiene deudas, enemigos o algún problema que haya motivado este secuestro", dijo otro pesquisa.