"El que lo mató fue un tal Lamparita. Le tiraron porque hay bronca con los del Fonavi de atrás, pero él no tenía nada que ver", afirmó un tío de Alberto Ruiz Díaz, un chico de 18 años que fue asesinado a balazos pasada la medianoche del sábado frente a un complejo Fonavi del barrio Municipal, en la zona sur de la ciudad.
Según fuentes judiciales, la madre de la víctima declaró que el adolescente estaba jugando al fútbol con amigos cuando fue baleado desde un auto ocupado por dos o tres personas. El chico fue trasladado malherido al Hospital Roque Sáenz Pela y de ahí derivado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), donde murió pasadas las 2 de la mañana de ayer. La pesquisa del hecho está a cargo de la Policía de Investigaciones (PDI) a las órdenes de la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro.
Dos autos. Según contaron familiares de la víctima, el hecho ocurrió cerca de la 0.15 del domingo cuando Alberto estaba con amigos en Abanderado Grandoli al 4900, a unos cincuenta metros del cruce de esa avenida con Esteban de Luca. En ese momento aparecieron en escena dos autos, uno blanco y otro negro, y se desató un vendaval de balazos.
"El estaba parado con unos amigos sobre la columna. En ese momento pasó un auto que venía de la cortada a los tiros. Cuando los chicos escucharon los tiros salieron corriendo. Mi sobrino primero quiso cruzar para ir a la casa de la abuela pero después corrió hacia la esquina de Grandoli y Esteban de Luca por donde venía otro. En ese momento le dieron los balazos", explicó un familiar de Ruiz Díaz.
Uno de los chicos que estaban con Alberto también brindó su testimonio. "Estábamos corriendo. Pasó un Ford Focus blanco. No nos dijeron nada y empezaron a tirar. Yo me escondí atrás de un auto estacionado. Mi amigo corrió para la esquina y dobló", explicó el pibe, y agregó que los agresores les dispararon a todos, pero él no pudo ver cuántos eran.
Bronca. Luego del ataque, Alberto fue llevado por un familiar hasta el hospital Roque Sáenz Peña, desde donde lo derivaron al Hospital Clemente Alvarez. Allí falleció cuando lo estaban operando.
Al respecto, los parientes de Ruiz Díaz descargaron toda su bronca por la atención recibida en el Sáenz Peña. "No lo revisaron como lo tenían que hacer. Nos dijeron que tenía un tiro en el hombro y otro en la rodilla. Por eso la ambulancia del Sies fue despacio al Heca. Pero cuando llegamos allá, los médicos le dijeron a la madre que había que operarlo de urgencia. La madre les preguntó «¿cómo que se muere?, si tiene un tiro en el hombro y otro en la rodilla»", reseñó un tío de Alberto.
Según este relato, en el Heca los profesionales le respondieron a la madre que el chico tenía otro balazo en la axila y que había perdido mucha sangre. Hasta ahí llegó el testimonio del tío de la víctima, que estalló en llanto y no pudo seguir hablando. Entonces otro familiar continuó contando: "Tuvo un infarto y se murió mientras lo operaban".
"A cualquiera". La infancia de Alberto había transcurrido en un departamento de los Fonavi de Grandoli al 4900, pero actualmente vivía con los padres en la zona oeste de la ciudad. Sus familiares dijeron que estaba terminando la escuela secundaria y el año próximo planeaba ingresar a la policía.
A la hora de buscar el responsable del crimen, los parientes mencionaron a un tal "Lamparita", un muchacho a quien sindicaron como miembro de una de las dos facciones —los Funes y los Caminos— cuyas disputas a balazos mantienen en vilo desde hace tiempo al barrio Municipal de la zona sur.
Un tío de Alberto contó que cuando el chico se desplomó en el suelo los agresores siguieron disparando. "Bajaron la ventanilla del auto y le siguieron tirando a quemarropa. Ellos se creían que era uno de ellos, pero él no tenía nada que ver. Tenía 18 años y seguía jugando con los chicos del barrio. Le tiran a cualquiera y hacen quilombo de noche. Destruyeron la familia de mi hermana".
En ese contexto, un amigo de Alberto se quejó por el accionar de las fuerzas federales en el barrio. "Los gendarmes andan sólo de día y anoche (por el sábado) no estuvieron". Uno de los familiares del muchacho asesinado afirmó: "Liberaron la zona porque siempre hay dos patrulleros, pero anoche no estaban".