El titular del Sindicato de Recolectores de Residuos de Rosario, Marcelo "Pipi" Andrada, fue imputado junto a un hijo y a otra persona como coautor del delito de lesiones agravadas por el uso de arma de fuego, tras ser denunciado por un hombre que resultó baleado en una pierna en un confuso episodio que estaría vinculado a cuestiones personales y que deparó que le amputaran parcialmente el miembro inferior donde recibió el disparo.
El dirigente gremial y precandidato a concejal continúa en libertad pero quedó vinculado a la pesquisa de un hecho grave ocurrido el 15 de julio a la tarde. Ese día, según denunció un hombre identificado como Marcelo F., enrolado en el sindicato que dirige Andrada, estaba adentro de su auto Fiat Spazio cuando tres personas le cruzaron otro vehiculo sin mediar palabras y le efectuaron dos disparos que le impactaron en la pierna derecha.
A poco de escucharse los tiros, en el lugar se reunieron algunos vecinos y alertaron al 911, por lo que enseguida arribaron un móvil del Comando Radioeléctrico y una ambulancia del Sies que traslado al herido al Hospital de Emergencias (Heca), donde ingreso consciente y fuera de peligro. Si bien no estaba en riesgo su vida, el hombre sufrió la amputación parcial de la pierna en la que recibió los disparos.
En tanto, los pesquisas policiales levantaron del lugar dos vainas servidas calibre 9 milímetros: una que quedó sobre el pavimento y otra sobre el limpiaparabrisas del auto atacado. La víctima radicó una denuncia en la cual dejó asentado que reconocía a los agresores: Andrada, un hijo de éste y una tercera persona. Cuando trascendió su nombre, el sindicalista aportó su versión de lo ocurrido.
En declaraciones a distintos medios de la ciudad desmintió haber chocado con su auto el vehículo de Guillermo F. "Estábamos comiendo un asado en una empresa de limpieza de 27 de Febrero y Provincias Unidas cuando llega este señor a los gritos y golpea a su mujer, que es una compañera de la empresa Sumar. Entonces un grupo de muchachos lo para y comienza una refriega. Y ahí parece que adentro del auto se escuchan dos tiros", indicó el sindicalista.
"Lo único que pasó es que intervinieron unos compañeros para frenar esa discusión violenta. Yo tengo un Chevrolet que está intacto. No sé lo que dice este hombre, pero ni mi hijo ni yo tuvimos nada que ver. Este señor tiene denuncias por violencia hacia la mujer en la comisaría 32ª y no sé como sigue libre", esgrimió el dirigente.
Evidencias
La semana siguiente Andrada ingresó un escrito a la Fiscalía donde, a través del abogado Germán Mahieu, aclaraba que se ponía a disposición de la Justicia. Pero luego de obtener el registro de una cámara de videovigilancia de la zona donde ocurrió el hecho, el relato de la víctima, testimonios y otras evidencias, el fiscal Aníbal Vescovo decidió imputarlo junto a su hijo y el otro involucrado.
"En las imágenes de un domo oficial de 27 de Febrero y Provincias Unidas se observa el incidente y un vehículo que podría pertenecer a esta tercera persona, a quien la víctima sindica como el autor de los disparos", aportó La Capital una fuente cercana a la pesquisa.
El martes a la tarde Andrada, su hijo y el otro coimputado fueron citados a la Fiscalía donde quedaron formalmente imputados del delito de lesiones agravadas por el uso de arma de fuego. El dirigente y su hijo no declararon y se reservaron el derecho, mientras que el otro acusado dijo ser ajeno al hecho.
A ninguno de los tres se los privó de la libertad, aunque en los próximos días podrían ser convocados para participar de una ronda de reconocimiento con la víctima, que dijo no obstante conocer a los acusados de antemano porque está enrolado en el sindicato que comanda Andrada.
Sobre las motivaciones del ataque, los investigadores descartan que obedezca a una interna gremial y se inclinan por sostener la hipótesis de un conflicto interpersonal.