El hallazgo del cuerpo calcinado de un hombre en el baúl de un auto que se prendió fuego cerca de un descampado de barrio Triángulo alteró la madrugada de ayer en un precario asentamiento de la zona sudoeste. Por la mecánica y algunos indicios colectados por los investigadores no se descarta que haya sido de un ajuste de cuentas con un claro mensaje mafioso. Sin embargo, anoche al cierre de esta edición se desconocía la identidad de la víctima, no se había establecido si fue blanco o no de un ataque armado y si el oscuro episodio estuvo relacionado con dos secuencias de disparos previos referidas por vecinos consultados en las inmediaciones de la escena, en pasaje Rolla (paralelo a Rouillón) al 4000.
"No sabía nada del auto, pero ayer como a las 12.30 se oyeron un montón de tiros en Rouillón y Doctor Riva. Siempre se escuchan tiros, todo el tiempo", dijo al pasar ayer a este diario una joven vecina que iba en bicicleta por Maragliano al 4100, a una cuadra y media de donde había ocurrido lo que, en principio, se denunció como el incendio de un auto.
Según las actuaciones preliminares de la comisaría 19ª, a la 1.45 del domingo ingresó un llamado que alertaba sobre el incendio de un auto en Rolla al 4000, casi esquina Doctor Riva. Cuando los uniformados llegaron al lugar encontraron el vehículo sobre la calle, frente a un descampado y envuelto en llamas. De inmediato convocaron a una dotación de Bomberos Zapadores, que recién cuando lograron sofocar las llamas pudieron determinar que el auto siniestrado era un Fiat Siena.
Los bomberos creían que se trataba de un accidente hasta que se toparon con un siniestro hallazgo en el baúl: un cadáver, totalmente quemado, que yacía con el torso volcado hacia adentro y con las piernas colgando fuera del habitáculo.
Viraje
Con el viraje de lo que parecía un accidente a lo que podría ser una muerte violenta, se convocó a personal de la brigada de Homicidios y del gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones (PDI) que de inmediato comenzaron a trabajar sobre al escena del hecho bajo instrucciones del fiscal de Homicidios Miguel Moreno.
Aunque voceros policiales allegados al caso dieron cuenta de que el auto (del cual ayer aún se desconocía el color) no poseía pedido de captura activa, esa dato no se pudo establecer con exactitud ya que, de acuerdo al acta policial, el vehículo no tenía chapa patente con el dominio lo que —al menos inicialmente— también imposibilitó conocer quién era su titular.
El cadáver fue remitido al Instituto Médico Legal (IML) para procurar su identificación y además corroborar un par de datos sustanciales: cuál fue la causa de la muerte, si el hombre murió al incendiarse el auto o ya estaba sin vida al ser introducido en el baúl y si había sufrido heridas anteriores al momento en el que fue calcinado.
En tanto, el vehículo quedó secuestrado y ayer se lo podía observar en la puerta de la seccional 19ª de bulevar Seguí al 5300. Apenas se podía reconocer la marca y modelo por rasgos estéticos de la carrocería, porque las llamas consumieron absolutamente todas las partes blancas.
Precedente
La zona donde apareció quemado el auto era hasta hace unos pocos años un descampado. El terreno fue luego parcelado y por estos días se lo ve atravesado por callejones o cortadas a cuyos lados se levantan precarias viviendas de chapa en las que residen, en su mayoría, familias de pueblos originarios.
Discretos y de pocas palabras, como es su característica, ayer al mediodía algunos vecinos consultados por este diario aportaron breves pero concretas referencias del incidente. Y que hilvanadas con los dichos de la vecina había dado cuenta de una serie de disparos previos, podrían dar indicios de su magnitud.
"Escuchamos dos tiros y después comenzó el incendio. Parece que esa persona (en alusión al hombre hallado calcinado) no es de acá porque si no nos habríamos enterado. Parece que lo trajeron hasta este lugar", cerraron con mesura.
En ese contexto, el fiscal Moreno ordenó una serie de medidas tendientes a dilucidar el misterioso episodio, aunque los pasos de la pesquisa se mantienen en estricta reserva. Fuentes cercanas al misterioso caso deslizaron que en la necropsia de la víctima se habría detectado claros indicios de una muerte violenta con mensaje mafioso.