Un hombre de 38 años fue condenado a 14 años de prisión en el marco de un juicio abreviado por el homicidio de Héctor Villarroel, ocurrido el 19 de agosto del año pasado en bulevar Avellaneda al 1900, y el robo a un frigorífico cometido el 1º de octubre del mismo año.
La pena recayó en Carlos Fernández Oviedo y fue homologada por los jueces Gonzalo López Quintana, Raquel Cosgaya y Alejandro Negroni, quienes aceptaron el acuerdo al que arribaron los fiscales Juliana González y Pablo Pinto y el defensor oficial Guillermo Muratti. En ese marco hallaron al imputado penalmente responsable de homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego con portación ilegal de arma de uso civil, en concurso real y en calidad de coautor; y de robo calificado por uso de arma de fuego en concurso real agravado por ser en poblado y en banda, portación ilegitima de arma de guerra y privación ilegítima de la libertad agravada por la violencia ejercida.
El primero de los hechos ocurrió el 19 de agosto de 2016 en la casa de bulevar Avellaneda al 1900 donde residía el comerciante Héctor Enrique Villarroel, de 74 años. Aquel día, a las 7.50, dos hombres vestidos con ropas de trabajo aprovecharon que la puerta del domicilio estaba mal cerrada y entraron con supuestos fines de robo. Al darse cuenta de lo que sucedía, el dueño de casa se aferró a su escopeta perdicera y enfrentó a los maleantes. Pero éstos no le dieron tiempo a nada. Uno de ellos forcejeó con el hombre y lo mató de dos disparos en el pecho. Tras ello salieron a la carrera sin robar nada y se subieron a un auto negro que los esperaba con un cómplice a bordo.
El otro hecho por el cual condenaron a Fernández Oviedo ocurrió el 1º de octubre de 2016 cuando cinco maleantes armados irrumpieron en el frigorífico Soychu, en Suipacha 1172, de donde se alzaron con 400 mil pesos y varios celulares para fugar en un Ford Fiesta Max bordó.
Tras un llamado al 911 se empezó a rastrear el GPS de uno de los teléfonos robados en el frigorífico y así agentes del Comando Radioeléctrico los ubicaron en una playa de estacionamiento de barrio Belgrano, en Bolivia al 1200.
Los sospechosos estaban fuertemente armados a bordo del Ford Fiesta que tenía pedido de secuestro por haber sido robado el 29 de septiembre en un atraco a una mueblería de Grandoli al 2800. Una vez reducidos, el personal de la Policía de Investigaciones (PDI) les secuestró tres pistolas calibre 9 milímetros, un revólver calibre 38, 156 mil pesos en efectivo, una decena de teléfonos celulares y tres handies con la frecuencia policial.
la casa. Avellaneda al 1900, donde mataron a Héctor Villarroel.