Para sus vecinos, Moliere al 700 bis es una cuadra tranquila de barrio Saladillo donde se vive sin sobresaltos y los niños pueden jugar en la calle. Esa calma de la que hablan en el lugar se hizo añicos la noche del lunes cuando un auto que circulaba por la cortada hacia el acceso Sur fue acribillado con 15 balazos calibre 9 milímetros. Uno de esos proyectiles perforó la cabeza de Norberto Enrique Pescheux, un chapista de 55 años, y lo mató. El conductor, que según se informó oficialmente no tenía antecedentes y estaba acompañado por su pareja de 46 años que sólo sufrió golpes, no pudo controlar el Corsa que terminó impactando contra una banquina del acceso Sur.
Ayer no se descartaba la vinculación del crimen con otro hecho ocurrido casi al mismo tiempo, a unos cien metros de allí: el incendio de una vivienda que los últimos diez días era usada como boca de expendio de droga. "Pudo ser una tragedia. Los que prendieron fuego el búnker fueron de las PAT (Policía Acción Táctica). Muchos vecinos lo vieron. Llegaron uniformados y metieron fuego al lugar, que el transero había abandonado el sábado porque no lo podía sostener. En una semana lo cagaron a tiros tres veces, una le pegaron a la casa del vecino que tiene dos nenes. Esto pudo terminar con cinco o seis ranchos quemados", explicó uno de los vecinos que desguazaban el quiosco.
"En principio están abiertas todas las hipótesis, aunque la del robo no tiene mucha consistencia", explicó ayer en rueda de prensa la fiscal de Homicidios Georgina Pairola, y agregó: "Fue un ataque directo, los disparos eran dirigidos al conductor, esta persona estaba acompañado por una mujer que no sufrió heridas y que no pudo ser entrevistada por estar en estado de shock".
Cerca de las 21.30 del lunes Pescheux y Beatriz llegaron al Moliere al 700 bis, entre la colectora del acceso Sur y Messina, en un Chevrolet Corsa gris de él. Una vecina, familiar de la mujer, contó a este diario que habían ido a preguntarle donde se realizaba el velatorio de un pariente de ambos que había fallecido en Arocena.
Cuando la pareja se aprestaba a dejar el lugar fue sorprendida "por dos hombres de a pie que efectuaron disparos en dirección del conductor. Todavía no se puede precisar si con una o dos armas", indicó Pairola, más allá de las primeras versiones que indicaban que les habían disparado desde otro auto. La fiscal pidió las grabaciones de una cámara de vigilancia que "si bien no tomó la secuencia del crimen, puede haber tomado el paso de los agresores", dijo la fiscal.
Una bala perforó la cabeza de Pescheux, quien perdió el control del Corsa, cuyo costado estaba marcado por varios impactos. "Aparentemente volvía por Moliere al 700 bis, bajando hacia la colectora, cuando recibió los disparos. Queriendo escapar derrapó metros más abajo", indicó Pairola en referencia a los 40 metros que transitó el auto hasta chocar contra un terraplén del acceso Sur.
En la escena del crimen se recolectaron quince vainas servidas calibre 9 milímetros y algunas ojivas deformadas en el interior del auto acribillado, en cuyo interior no había armas.
"Bien quemado"
Cien metros bajando por Moliere hacia el Saladillo, en un rancherío ubicado debajo del puente ferroviario, vecinos contaban ayer que "casi al mismo tiempo de lo que le pasó al tipo del auto" un búnker de venta de drogas "fue prendido fuego por efectivos de las PAT".
Los residentes confiaron que hace diez días se complicaron las cosas en el lugar cuando un vecino vendió su casa a un transero conocido como Juan Domingo. "Es un tipo para nada querido en la zona. El quiosco vendió droga los primeros tres días y comenzaron los ataques a balazos. Primero vinieron, dispararon y tiraron una bomba molotov contra la casa de un vecino que tiene dos nenitos", explicó un hombre que ayer buscaba hacerse de algo buscando en las ruinas del bunker.
La presión contra el transero dio resultado el sábado por la mañana cuando llegó con su camioneta, levantó al pibe que tenía como vendedor y se fue del lugar. "Esa misma tarde desde la calle vinieron unos tipos que comenzaron a disparar contra las casas. No les importó que el búnker está la lado de otras viviendas. Si te fijas hay impactos en toda la estructura del puente", indicó otro vecino que buscaba llevarse un par de bloques de cemento para mejorar su casa. "Decí que estaba feo el sábado porque si no en la placita estaba lleno de pibitos", dijo un hombre señalando un lugar de juegos.
Así estaba el panorama la noche del lunes cuando, en pocos minutos —no pudieron precisar si antes o después del crimen— "llegaron efectivos de las PAT, uniformados, y prendieron fuego el búnker. Y se quedaron hasta que se quemó bien quemado, no dejaron intervenir a los bomberos", indicó un vecino.
"En el barrio dicen que el tipo del auto salía por Moliere cuando entraba una camioneta y desde ese vehículo le dispararon", dijo otro vecino, lo cual contradijo la versión oficial de que los tiradores iban a pie.