Juan José Muga dijo que lo detuvieron y le plantaron droga a instancias de los mismos comisarios a los que, pocos días antes, había denunciado ante una jueza federal por actividades narcocriminales. Pero eso no evitó que ayer lo condenaran a él y a otras cuatro personas por trasladar en un auto 63 panes de marihuana por Francia al 3700 hace casi cuatro años. Los jueces Omar Digerónimo, Beatriz Barabani y Jorge Venegas Echagüe consideraron legítima la acción policial de la Sección Inteligencia Zona Sur de Drogas Peligrosas de Rosario. Coincidieron con la fiscal Adriana Saccone que había respaldado el procedimiento y tomaron distancia de los defensores oficiales que lo tacharon de infundado, fraudulento e ilegal.
Muga es un rosarino de 58 años que reside hace años en Posadas. Tiene dos condenas por narcotráfico con penas muy atenuadas. Eso porque proporcionó información que permitió avanzar en investigaciones contra miembros de fuerzas de seguridad implicados en este delito. El 18 de septiembre de 2012 a Muga lo detuvieron con 41 kilos de marihuana junto a cuatro personas. Al día siguiente él denunció en el juzgado de Instrucción federal que quienes lo habían atrapado eran enviados de tres comisarios cuyos nombres había proporcionado días antes a la ahora jubilada jueza Laura Inés Cosidoy.
"Persona confiable". Que por esa época Muga y Cosidoy se contactaron es un hecho. Está probado en una pericia que verifica cruces entre las líneas telefónicas de ambos hecha por la Policía Federal y que consta en la página 500 del expediente. En un intervalo del juicio este diario le preguntó ayer a Muga por qué había acudido a Cosidoy. "Porque me habían dicho que era una persona confiable y que en cuestiones de narcotráfico manejaba todo. Y yo quería denunciar a los contactos en Rosario de unos gendarmes de Misiones. Me reuní cinco veces con ella en su despacho, acá arriba. A los pocos días me detuvieron", dijo en un subsuelo de los Tribunales Federales, mientras dos efectivos lo esperaban para trasladarlo al penal porteño de Villa Devoto.
Tal vez en los fundamentos del fallo, que se conocerán el 30 de junio, aparezcan las explicaciones que faltan. Una es por qué ninguna de las partes (ni la fiscalía ni las defensas) citaron a la jueza Cosidoy a fin de que explicara qué le dijo Muga. Las explicaciones son necesarias en tanto es vox populi que los policías señalados por el ahora condenado tenían estrechas relaciones con la magistrada. Era importante la palabra de la ex jueza también para establecer si Muga está mintiendo.
Investigación. También son importantes las razones de los tres jueces para demoler los planteos de los defensores de los imputados. Estos dijeron que los policías filmaron el operativo, detuvieron, ordenaron requisas, hicieron interrogatorios, secuestraron drogas y avisaron al juez en turno ocho horas después de todo esto. También señalaron que los números de los panes secuestrados no eran correlativos. Había dos con los números 74 y 84 cuando la Fiscalía los tenía numerados hasta el 63, lo que induce a preguntar si eran del supuesto lote decomisado. La fiscal Saccone, por el contrario, adujo que era inconcebible plantar 67 panes de droga, en un procedimiento en la calle y con testigos.
Los jueces pidieron que se profundice la investigación por los dichos de Muga sobre el vínculo supuesto de los comisarios Germán Paz, Fernando Romitti y Oscar Romero con el tráfico de estupefacientes en Santa Fe. Es una pesquisa abierta en 2012 y delegada a la Fiscalía federal 3 de la cual, transcurridos casi cuatro años, no existe novedad. También pidieron que todos los dichos vertidos en las audiencias sobre la ex jueza Cosidoy se envíen a la Fiscalía en turno.
El descargo. Cuando los jueces le dieron la palabra Muga habló una hora de manera nerviosa y a veces confusa. Pero reiterando lo mismo que planteó en la instrucción y al inicio del juicio oral. Pidió protección para su familia y la de los demás imputados. Y dijo:
u "No mando al frente a civiles que venden droga. Que de ellos se ocupe la Justicia. Sí a quien tiene que ejercer la ley y no la ejerce. A policías corruptos que mandan a gente a vender droga para después apuntar a quien vende. Yo puedo recordar todo lo que hago. ¿Cómo pueden los narcopolicías de Inteligencia de calle La Paz no recordar nada?"
• "Para hacerme venir de Misiones, los policías de Inteligencia le plantaron una bolsa de consorcio con 15 kilos de cocaína a mi hijo que es remisero, llamaron al diario y a la TV. Lo acusaron de sustracción de automotores y de comerciar droga. Las dos acusaciones quedaron en la nada. Yo me reuní con Cosidoy pero antes la llamé. Esta llamada es una de las tantas que tengo en mi celular Nokia negro".
• "No puedo entender cómo la señora fiscal no llamó a la doctora Cosidoy a declarar para que pueda clarificar toda esta situación. Yo caí en Rosario como un idiota por confiar en esa persona".
• "El 16 de septiembre de 2014 se me ordenó el cese de prisión bajo una fianza de 30 mil pesos. Pero no pude pagar esa plata y quedé preso hasta hoy. Diganme, si yo estuviera en el narcotráfico ¿no voy a tener 30 mil pesos para pagar mi libertad?"
• "Acá en Rosario el que no arregla con la policía no puede trabajar y el que arregla no tiene ninguna seguridad. Los policías que me armaron esto fueron Plouganú, Gil, Romitti, Paz y Romero. Deberían acusarlos de ejercer y fomentar el narcotráfico en Rosario para su enriquecimiento ilícito".
Las penas. La tarde de ayer los jueces leyeron solo el fallo condenatorio. A Juan José Muga lo sentenciaron a 6 años de prisión por transporte de estupefacientes unificando en 7 años y 6 meses de cárcel por una condena previa de Posadas. A su hijo Nahuel Muga y a César Ponce les impusieron 3 años de prisión condicional como partícipes secundarios de igual delito. Mario De Luca recibió 4 años como coautor. Y Leonardo González fue penado con 3 años en supsenso por facilitar el lugar donde trasladar la droga. Los defensores oficiales anunciaron que apelarán las condenas por lo viciado del operativo y además porque a varios clientes los indagaron por un delito y los condenaron por otro.
Los dichos de Muga no habían sido lo más relevante de las audiencias sino los aspectos opacos del operativo policial que lo detuvo. Fuentes del tribunal señalaron al finalizar la audiencia que se trabajó con ecuanimidad en un procedimiento donde los jueces no investigan, ni acusan, ni defienden. "Acá no se encubre a nadie", señalaron los voceros.