"¿En cuánto cerrás? Dale, aprovechá que hoy estoy bueno por el Día del Amigo". Una cámara oculta de un programa de televisión de Córdoba registró en 2011 cuando el comisario Claudio Lentini, por entonces jefe de la comisaría 32ª, le pedía dinero a un transportista de esa provincia para devolverle un camión robado. El vehículo había aparecido en Rosario con los guarismos adulterados y en el video se ve al uniformado aceptar 2.500 pesos a modo de anticipo por acelerar el trámite. Cinco años después, el uniformado fue condenado a 3 años de prisión condicional y a 5 de inhabilitación por exigir dinero de manera ilegal y aprovechando su cargo.
La condena fue dispuesta por la jueza de Sentencia María Isabel Mas Varela al finalizar el juicio escrito por el caso. El fallo considera a Lentini responsable de concusión e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Como reglas adicionales a la pena deberá fijar domicilio, someterse al control de la Dirección Provincial de Control y Asistencia Pos Penitenciaria y adoptar un oficio.
Otro policía, el cabo Daniel Darío Sánchez recibió la pena de 2 años de prisión condicional e inhabilitación por 4 años como responsable de varios delitos ligados al hecho principal: falsificación de documento público, incumplimiento de los deberes y encubrimiento agravado. En su caso, se considera que falseó datos en el acta por el secuestro del camión, no identificó a tres personas que iban en el vehículo robado y ordenó al Comando Radioeléctrico que se fuera de la escena.
Todo filmado. La historia que desembocó en la condena fue dada a conocer en el programa ADN del Canal 10 de Córdoba y la filmación puede verse en YouTube. Cuenta el derrotero de Mario Franchos, un transportista cordobés que quería recuperar un camión Dodge 800 que le habían robado a fines de 2010 en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas. El dueño denunció el robo y perdió el rastro del vehículo hasta que en junio de 2011 lo llamó el propio chofer que manejaba el camión al momento del robo. A fin de que siguiera en actividad, Franchos le había ofrecido trabajo con otro empresario cordobés radicado en Rosario y, como él, dedicado al transporte de materiales para la construcción.
Una tarde el chofer acudió a descargar tierra con otro camión en la zona de Centeno y Circunvalación y se sorprendió al ver el vehículo robado, con las llaves puestas, en el mismo lugar. Entonces llamó a Franchos y a su nuevo empleador. Este contratista llamó al 911 y fue hasta el sitio donde estaba el camión sustraído. Un rato después, dos patrullas del Comando Radioeléctrico con cuatro efectivos acudieron a la escena. Era el mismo Dodge DP-800 color naranja con caja volcadora blanca al que, según una pericia de la sección Revenidos, le habían cambiado números de motor y chasis.
En ese momento los policías se negaron a secuestrar el vehículo porque aparentaba estar en regla. Pero ante la insistencia del chofer permitieron que llevara la carga a otra parte y al regresar lo secuestraron. Desde ese momento, según denunció Franchos, la policía le sugirió a través de su colega transportista que para recuperar el camión "tenía que poner algo de dinero" en la comisaría 32ª, suma que en un primer momento se fijo en 12 mil pesos.
El pedido. "Me comienza a llamar una persona que decía ser Lentini, a mi celular, de dos a cuatro días por semana. Me pregunta cuánto podía conseguir y yo le dije 5 mil pesos. Pero me contesta que con eso no llegábamos, que me estirara a 8 mil pesos", refirió Franchos. Para constatar que se tratara de su camión, el 2 de julio viajó a Rosario y le sacó fotos en la puerta de la comisaría de barrio Godoy. Con esas fotos a la sección Sustracción de Automotores de la policía cordobesa. Pero allí no le creían que fuera su vehículo: le respondían que, en ese caso, ellos estarían informados del secuestro.
Según el fallo, al verse acorralado por las vías legales (contactó incluso a dos abogados rosarinos, uno se negó a hacer la gestión y otro le cobraba 6 mil pesos) llamó al teléfono de denuncias del programa de televisión ADN del Canal 10 de Córdoba. "La policía de Rosario me pedía plata. La de Córdoba me decía que no era mi camión y el abogado también me pedía plata. Por eso me pongo en contacto con esta gente", explicó. Así fue como el 21 de julio viajó a Rosario con el productor televisivo Miguel Ponce de León y realizaron en la comisaría la cámara oculta que se transmitió el 14 de agosto. Entonces, pese a que el productor ya le había entregado a Lentini 2.500 pesos, el camión seguía sin ser restituido a su dueño.
En el video (el juzgado analizó también la filmación sin editar) se ve cuando el transportista y el productor son atendidos por Lentini, quien los lleva a su despacho y pide que cierren la puerta. Luego aduce manejar influencias en Tribunales para agilizar la entrega del vehículo a cambio de dinero. "Te preparo todo, la entrega te la hago a vos", promete, y dice desayunar los sábados con el juez del caso, Juan Carlos Vienna, quien quedó fuera de sospecha. Incluso llama por teléfono a un abogado al que saluda como "Luisito".
Por último el fallo reseña la charla sobre los costos del trámite. "¿Qué habíamos hablado nosotros?", pregunta el comisario, que acepta la oferta de Franchos de pagar 6 mil pesos. "Ya está, cerramos ahí", contesta, y afirma que parte el dinero es para "repartir" y compensar las "gauchadas" de otros funcionarios que rodeaban a la maniobra. "Vos sabés cómo es. Si no vas con un Roca (billete de 100 pesos) a algún lado no te abren la puerta. No te voy a decir un Abraham Lincoln (dólares), pero a veces un Roca te abre la puerta", añadió. Entonces Franchos ofrece 2.500 pesos como anticipo, el comisario acepta, pide contarlos él mismo y los guarda en un cajón.