Enfrentar al delito en Rosario, donde la conflictividad penal es alta, no es una tarea que genere réditos ni simpatía a quien lo hace. No obstante el jefe de la Fiscalía Regional Rosario, Jorge Baclini, entiende que algunos registros estadísticos descubren una persecución más eficiente. Esto, a su criterio, se traduce en una más aceitada detección de bandas que cometen delitos especializados contra la propiedad, varias de los cuales fueron desmanteladas. También en una mayor identificación de autores de homicidios y en un incremento notorio de condenas por delitos.
En relación a esto último Baclini señaló que en 2016 los fiscales a su cargo impulsaron investigaciones que concluyeron en el dictado de 1.040 condenas, lo que es, según dijo, "un número más alto de sentencias que las que se alcanzaban en el viejo sistema penal escrito", que salió de vigencia en febrero de 2014.
Baclini es jefe de 71 fiscales que tienen la misión de investigar los delitos y acusar a imputados en audiencias públicas en una región que abarca Rosario, Villa Constitución, Casilda, San Lorenzo y Cañada de Gómez. Se trata de la más importante de la provincia por población, cantidad de delitos y cantidad de fiscales. Los guarismos que detalló están contenidos en el informe de gestión de la Fiscalía Regional Rosario 2016. Fue en su despedida del cargo, que dejará el mes próximo tras seis años de desempeño, de los cuales tres años y dos meses fueron bajo el sistema de enjuiciamiento oral.
En 2016 en toda la zona ingresaron 156.661 causas a la Fiscalía Regional, de las cuales 127.929 corresponden a Rosario. De este total cerca de 90 mil terminaron desestimadas por razones diversas. Así, el total de delitos investigados tras las deducciones ascendió a 37.309.
Baclini dejó saber que hubo 998 juicios abreviados (siempre terminan con condena) el año pasado, lo que supone un 26 por ciento más que en 2015. También se incrementó el total de juicios orales en un 100 por ciento: pasaron de 24 a 48. Contra la creencia general de "la puerta giratoria", los casos de personas que terminaron con prisión preventiva dieron otro salto importante: de 857 en 2015 a 1.202 en 2016, un alza del 40,2 por ciento.
Las pesquisas, afirmó Baclini, se tornan más eficientes en tanto los casos semejantes se agrupan en análisis conjuntos. Para el funcionario eso permitió que las unidades de fiscales de Investigación y Juicio desmantelaran bandas diversas que hicieron declinar ciertos delitos. Por ejemplo, dijo Baclini, un seguimiento coordinado permitió esclarecer 24 hechos de robos o ataques contra taxistas, con 11 personas reconocidas por los conductores y condenadas, "lo que según los mismos choferes produjo una merma de ilícitos".
Esa misma unidad impulsó condenas a partir de delincuentes que procedían con modus operandi diversos. Por ejemplo la llamada "Banda de los cerrajeros", un grupo mixto de rosarinos y bonaerenses que robaban en viviendas y que en un año se desbarató con la imputación a sus miembros presuntos en 15 hechos. O la bautizada como "Banda de los palieres", dedicada a entraderas en edificios, con cuatro detenidos acusados por 30 robos en dos años.
Otros efectos
No sólo se logran sanciones, dijo Baclini, sino a veces efectos pacificadores. Citó como ejemplo una pesquisa de septiembre de 2016 donde se neutralizó el conflicto entre dos bandas armadas de barrio Ludueña que, en su disputa por territorios, generaban peligro para vecinos ajenos a las pujas. Hubo 22 allanamientos con diez detenidos, ocho de los cuales están hoy en prisión preventiva.
También citó que en los últimos años en Rosario se aprecia una baja de homicidios dolosos (271 en 2013; 255 en 2014; 234 en 2015 y 182 en 2016) lo que mantenía una alta tasa de 14 muertes cada 100 mil habitantes por año. Pero ponderó como registro auspicioso que aumentó la identificación de los autores (de los 182 casos de 2016 hay 100 con autor individualizado) lo que, señaló, implicó un crecimiento de las privaciones de libertad de los sospechosos. Esa mención tuvo su contraste al final de la presentación cuando familiares de víctimas manifestaron con críticas sobre ese desempeño (ver aparte).
Otra área que destacó fue la de los fiscales de Delitos Económicos y Complejos que reduce la selectividad de la persecución, abrumadoramente enfocada en personas de baja condición. "Se logró generar investigaciones de gran envergadura sobre maniobras criminales que implican actores de alto perfil económico y social", dijo, resaltando las condenas a cinco policías de la comisaría 19 por extorsión por delitos como extorsión y secuestro extorsivo. También destacó la investigación por fraudes inmobiliarios y lavado de activos.
Baclini deja su cargo para ocupar, casi con certeza, el lugar de Fiscal General de Santa Fe, que es la cabeza del Ministerio Público de la Acusación, puesto para el cual acaba de ser propuesto en primer lugar por el Consejo de la Magistratura.